El derrumbe del techo del natatorio que causó lesiones a una mujer de 65 años en el barrio porteño de Caballito no es el primer siniestro de estas características durante el año en la Capital Federal, en los que muchas veces hay víctimas fatales.

El 8 de febrero un hombre 78 años y su hermana, de 80, murieron tras el desmoronamiento de una obra en construcción, que afectó a una vivienda contigua, en José María Moreno y Pedro Goyena, Caballito.  

El incidente se produjo a las 12:48, antes del comienzo de una tormenta, habían informado las autoridades porteñas, que desplegaron un operativo de emergencias.

La Agencia Gubernamental de Control había inspeccionado por última vez esa obra el 5 de diciembre del año pasado.  

Por su parte, el 27 de febrero, una parte de mampostería de un edificio antiguo cedió frente al colegio Carlos Pellegrini en Marcelo T. de Alvear, casi esquina Callao, Recoleta, aunque no hubo heridos.  

El 1 de marzo dos obreros murieron tras el derrumbe de una obra en construcción en la Costa Rica al 5100, Palermo, donde se desmoronó una losa que estaban armando, cuando cedió el encofrado.

El primer operario murió en el acto, mientras que el otro damnificado de 55 años falleció en el Hospital Pirovano a causa de las heridas que presentaba.  

Un nuevo siniestro tuvo lugar el 6 de marzo, otra vez en Caballito, donde se cayó la pared de una construcción, aunque no se registraron víctimas y heridos.

Además, un obrero de 21 años que había quedado bajo los escombros tras el derrumbe de una obra en construcción en el barrio porteño de Belgrano, fue rescatado durante un dramático operativo realizado por Bomberos de la Ciudad, mientras que otro trabajador resultó con lesiones graves y ambos obreros fueron derivados al Hospital Pirovano con heridas de distinta consideración.

El hecho ocurrió en Cramer al 1600 y, según indicaron fuentes policiales a la Agencia Noticias Argentinas, el joven identificado como Lautaro Leguizamón fue salvado tras varias horas de operativo que llevaron a cabo rescatistas, bomberos, SAME y Policía de la Ciudad.

En tanto, el 20 de agosto, una pared de otra obra en el barrio del Abasto (Corrientes al 1900, entre Ayacucho y Discépolo) cedió y un hombre sufrió lesiones.

El 26 de agosto, una casa antigua que iba ser demolida se desmoronó en San Cristóbal, luego de que una pared cayó sobre los escombros y los andamios que terminaron en la calle.

Por último, el 18 de septiembre, dos albañiles resultaron heridos y fueron rescatados tras quedar atrapados bajo los escombros en una obra en construcción en Palermo.

La problemática de los derrumbes en la Ciudad de Buenos Aires se torna cada vez más frecuente y parece no tener solución.