Entre la Navidad el Año Nuevo, además de los comestibles, muchas son las bebidas que la gente compra para celebrar las fiestas de fin de año y, en ocasiones, son las sidras y los espumantes los cuales quedan a mitad de botella ya que, se toman en pequeñas cantidades para brindar.

Entre los vinos, los tintos, blancos y rosados son los más consumidos en la comida, pero, a la hora de brindar los espumantes y las sidras toman protagonismo. En este sentido, algunas botellas quedan con el contenido a la mitad porque por lo general las personas toman lo justo para brindar y siguen con sus aperitivos. No es una regla tajante, pero se da.

Así y todo, desperdiciar la sidra o el espumante no es una opción. Por eso, su conservación una vez abierto será tarea de los “expertos” de la noche para mantener su esencia y frescura.

.Foto: Agencia Noticias Argentinas - Freepik.
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Esa es una tarea precisa para cuando se decida volver a tomar, un rato más tarde o, guardarlo en la heladera para seguir con el brindis al día siguiente y, que siga con el saber original de cuando recién se abrió la botella.

Consejos para mantener su frescura de la sidra en las fiestas de fin año

  • Cuando se abre una botella de sidra o espumante, es común disfrutarla de inmediato, pero a veces no se termina de consumirla y es en esos casos donde surge la duda de qué hacer o cuánto tiempo se pueden conservar estas bebidas abiertas en la heladera. Si bien tanto la sidra como los espumantes son bebidas que, por su naturaleza, suelen perder calidad después de abrirse, con los cuidados adecuados pueden mantenerse frescas por un tiempo razonable.
  • En el caso de la sidra sea de manzana o de otras frutas, es una bebida ligeramente efervescente, pero menos gaseosa que un espumante. Su conservación dependerá de varios factores, pero en general, se recomienda lo siguiente:
  • Tiempo de conservación: una vez abierta, la sidra puede mantenerse en la heladera entre 3 y 5 días. Con el paso del tiempo, comenzará a perder sus características frescas y afrutadas, y la efervescencia disminuirá notablemente.
  • Para mantenerla fresca hay que cerrar bien la botella a fin de evitar que entre aire y se oxiden sus sabores y asegurarse de cerrar la botella con su tapón original o con uno hermético especial para bebidas gaseosas es la opción ideal.
  • Evitar cambios de temperatura: siempre se debe conservar la sidra en un lugar fresco y estable. No hay que sacarla y ponerla nuevamente en la heladera, ya que los cambios de temperatura pueden afectar su sabor.
  • Bebida sin burbujas: si la sidra es espumosa, es posible que pierda gran parte de su carbonatación después de abrirla, por lo que puede ser menos refrescante al día siguiente. Esto no significa que la bebida esté en mal estado, solo que ha perdido su efervescencia.

Y en el caso de los espumantes abiertos

Los espumantes (como el cava, el champán o el prosecco) contienen una alta cantidad de dióxido de carbono, lo que les otorga sus características burbujeas. La preservación de un espumante abierto es un desafío mayor que el de la sidra, ya que con el tiempo las burbujas se desvanecen, afectando la frescura y el sabor.

El tiempo de conservación, por lo general, en los espumantes abiertos puede ser de 1 y 3 días en heladera, aunque su calidad comienza a declinar rápidamente, especialmente en cuanto a la efervescencia. Algunas personas notan una pérdida significativa de las burbujas al cabo de unas pocas horas.

Consejos para mantener la efervescencia de los espumantes

  • Usar un tapón especial para espumantes. Existen tapones de champán diseñados para mantener la presión dentro de la botella, lo que ayuda a conservar las burbujas por más tiempo. Estos tapones sellan el cuello de la botella de forma hermética.
  • Almacenarlos en frío: como en el caso de la sidra, es fundamental guardar los espumantes en la heladera para ralentizar el proceso de oxidación y pérdida de carbonatación.
  • Evitar el contacto con el aire: para prolongar la vida del espumante, tratar de minimizar el contacto de la bebida con el aire. Un tapón adecuado es esencial para mantener las burbujas, pero también es importante asegurarse de que la botella esté bien cerrada.

Signos de descomposición o pérdida de calidad de ambas bebidas

Tanto la sidra como los espumantes tienen una vida útil limitada una vez abiertos. Además de la disminución de burbujas, hay otros signos que pueden indicar que la bebida ya no está en su mejor estado:

Por el lado de la sidra, si se nota que ha adquirido un sabor ácido o fermentado, probablemente ya no está en buen estado. Un cambio de color también puede ser indicativo de que la bebida ha comenzado a oxidarse.

En los espumantes la pérdida de burbujas es el primer signo de que el espumante ha comenzado a decaer. Además, si la bebida tiene un sabor a "plástico" o "rancio", es mejor desecharla.

Aunque tanto la sidra como los espumantes abiertos pueden conservarse por un tiempo limitado, lo mejor es consumirlas lo más pronto posible después de abrirlas para disfrutar de su sabor fresco y efervescente.