El esquema Ponzi es una estafa piramidal que consiste en emular una presunta inversión financiera del dinero de los aportantes y generar una rentabilidad, pero no existe tal provecho porque los intereses del monto depositado son pagados con el dinero que aportan los nuevos inversores.

El economista Hernán Letcher explicó a la Agencia Noticias Argentinas de qué manera funciona el mecanismo y señaló: "En el esquema Ponzi no hay una inversión financiera detrás y no está hecho para que crezca el valor de las criptomonedas".

Letcher consignó que el dinero de los nuevos aportantes permite sostener la rentabilidad de los primeros inversores, quienes son los únicos beneficiados.

El sistema perdura hasta que deja de ingresar capital, y puede ocurrir como consecuencia de una crisis o a que los aportantes sean estafados, al tiempo que estas personas pretenden obtener grandes ganancias al respecto.

“Que vaya a terminar mal no significa que ninguno no haya ganado. Si yo soy de los primeros aportantes y me pagaron el interés exorbitante y salí del esquema, gané plata”, añadió el especialista.

En este sentido, consideró que "cada persona toma sus propias decisiones" de invertir en una criptomoneda, pero “el riesgo es alto”.

El origen del esquema Ponzi

Carlo Ponzi era un famoso delincuente italiano que estafó a muchas personas en la década de los 20 en Estados Unidos. Al principio era un hombre marginal, pero de un día para otro se convirtió en un aparente magnate.

Ponzi prometía ganancias del 50% en el lapso de tres meses mediante su compañía, Security Exchanges Company, que aseguraba producir altos rendimientos a través de la compra y venta de cupones postales.

Sin embargo, el italiano debía pagar abonar deudas de hasta 7 millones de dólares, aunque él solamente tenía u$s4 millones. De esta manera, la Justicia norteamericana constató que Ponzi no adquirió ningún código postal y que utilizaba los depósitos de nuevos aportantes para pagar las ganancias prometidas a los primeros inversores.