Nina Aquino, la ex empleada doméstica del matrimonio asesinado por su hijo menor en Vicente López, declaró frente al Tribunal de San Isidro y acusó a Martín del Río como el responsable del parricidio.

Ante el jurado popular y el tribunal, el lunes por la noche Aquino contó en la primera audiencia del juicio la reacción del acusado al enterarse de la muerte de sus padres José Enrique del Río, de 75 años, y María Mercedes Alonso, de 72, y de la caminata que quedó registrada por las cámaras de seguridad.

Al arribar al debate, solicitó que Del Río no esté presente porque tenía “miedo” y no quería cruzárselo, algo que la jueza María Coelho autorizó.

De este modo, la ex empleada comenzó a relatar que cuando ingresó a la vivienda del matrimonio “no volaba ni una mosca” y que se asustó “muchísimo” cuando halló los cuerpos de las víctimas.

“Encontré una vaina servida, me di cuenta de que los mataron y pensé que el asesino estaba ahí”, señaló.

Según destacó, al instante llamó al acusado y fue allí donde destaca la curiosa respuesta que recibió: “Me dijo que le hablé muy rápido y no me entendió. Se hizo el p... Salí a la vereda y esperé. Llegó primero la policía y luego Martín. Al rato, él se largó a llorar”.

Como había adelantado su abogado Hugo Carribero en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Aquino sostuvo que es inocente y que fue una injusticia su detención por casi 15 días al principio de la investigación, donde se la acusó de ser la entregadora.

“Yo jamás haría eso, trabajé 12 años con ellos y me llevaba muy bien. ¿En qué cabeza cabe? Me llevaron a la comisaría y la pasé mal. Soy una persona grande y enferma. Lo que se me hizo no se justifica”, expresó frente al tribunal.

“Me mandó presa para quedar bien. No quería ir él y prefirió mandarme a mí, a ésta pobre vieja”, reclamó.

Otra de las cuestiones de las que habló fue sobre el domicilio nuevo, el cual habría sido el detonante para que Del Río concretara los asesinatos: “Mercedes hablaba de una mudanza, decía que Martín le iba a comprar un departamento. Ella decía que compró el Chateau, en el piso 31. Hizo muchos números 31 y envolvió todas las cajas con ese número. Empezó en marzo con esto”.

Por último, relató sobre la caminata del hijo menor luego de cometer los crímenes y la cual quedó registrada por las cámaras de seguridad de la zona. Fue en ese momento cuando Aquino se levantó y replicó la mímica.

“Esa persona que vi caminando la identifiqué, no hay dudas de que es Martín. Por la rengueada, por el físico, ¿cómo no lo voy a reconocer? Es como si fuera mi hijo, exclamó.

“Primero ella confirma en un 100% que el caminante de los videos es el hijo menor del matrimonio. También que el buzo utilizado era de su papá y lo puede sostener ya que ella lo lavaba todos los lunes. Por último, destaca que el control con el que se abrió el portón para concretar los crímenes era de José Enrique y lo tenía el detenido”, había señalado Carribero a este medio.