El camarista federal Eduardo Farah suspendió todas las audiencias previstas para el jueves próximo en la causa por presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos, entre ellas las apelaciones contra las principales autoridades de la AFI durante ese período, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

Farah tomó esa decisión ante el cúmulo de planteos y recusaciones cruzadas entre acusadores y acusados, que lo incluyen a él mismo como objeto de un cuestionamiento sobre su imparcialidad.

La Cámara había convocado para el jueves a una audiencia en la que debían tratarse una serie de planteos de las partes, el principal de ellos las apelaciones contra los procesamientos dictados por el juez federal de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, cuando estaba al frente de la investigación.

Uno de los planteos tenía que ver con una “nulidad” de esos procesamientos, porque fueron firmados cuando la Cámara de Casación ya se había pronunciado por quitarle la competencia a Lomas de Zamora y enviarla a Comodoro Py.

Como el fallo no estaba firme, Augé siguió con el expediente y dispuso una treintena de procesamientos, entre ellos los de Arribas y Majdalani y la ex cúpula del Servicio Penitenciario Federal (SPF).

Abogados de las defensas habían pedido sendas prórrogas para presentar sus recursos ante la Cámara, por lo cual la audiencia prevista ya estaba en condiciones de posponerse.

Pero a ello se sumó un planteo para que la audiencia se hiciera de manera presencial y oral en lugar de remota.

Además, los tres jueces llamados a intervenir en la etapa de apelaciones fueron recusados por distintas partes, de modo tal que aún no está claro si podrán seguir participando de la causa.

Se trata de Pablo Bertuzzi, Mariano Llorens y el propio Farah, quien fue recusado por el ex titular de la AFI por “temor de parcialidad”, ya que dijo haber sido perseguido por la “mesa judicial” de Cambiemos de la que el propio Arribas está sospechado de haber sido parte.

Suspéndase la audiencia fijada en autos, fórmense incidentes y estese en el presente a la espera de lo que en ellos se defina en punto a la integración del Tribunal”, decidió Farah.

Tal y como están planteadas las cosas, en la causa por presunto espionaje podrían tener que intervenir dos jueces que nunca antes tomaron contacto con el expediente, Roberto Boico y Leopoldo Bruglia.

Ello, por cuanto el otro camarista federal, Martín Irurzun, también forma parte de los supuestos espiados y asumió el rol de querellante en la investigación, razón por la cual ya se excusó de intervenir.