Sputnik Vida, un antídoto contra el discurso de la desesperanza y la desestabilización
Alberto Fernández avanza firmemente en la doble reconstrucción del entramado económico y social, golpeados no solo por la inédita pandemia que azota al planeta, sino también por el salvaje endeudamiento y recesión heredado del gobierno macrista.
La videoconferencia entre el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, y Alberto Fernández marca un punto de inflexión para la Argentina que viene.
La semana pasada, cuando el Instituto Gamaleya aprobó los resultados del control de calidad de los componentes de la vacuna producidos en un laboratorio local, la Argentina se convirtió en parte de la elite científica mundial elegida para la producción de las vacunas, lo que generará una aceleración de la campaña de vacunación y la posibilidad de contar con stock en los años venideros.
Con la instalación de una moderna planta se podrán elaborar alrededor de dos millones de dosis mensuales.
Con estas excelentes noticias, incluso en medio de la salvaje interna del PRO entre quienes no dudan en utilizar políticamente la desesperación del pueblo, comenzamos a escuchar voces razonables, que permiten pensar en un cambio de tono que pone a la política opositora en línea con la angustiante realidad de todas y todos los argentinos.
La vacunación libre para los adultos mayores de 70 años anunciada en la provincia de Buenos Aires presentando solo su DNI es una muestra del avance del plan de vacunación que se lleva adelante en los principales distritos del país, vislumbrando un horizonte que nos permite pensar en la normalización de la vida en los próximos meses.
Cumpliendo con la palabra empeñada con hechos concretos, el presidente Fernández avanza firmemente en la doble reconstrucción del entramado económico y social, golpeados no solo por la inédita pandemia que azota al planeta, sino también por el salvaje endeudamiento y recesión heredado del gobierno macrista.
Nos encontramos ante un inmenso esfuerzo por parte de un Estado presente, que financia inversiones en aquellos sectores productivos que generan gran valor y empleos de alta calificación como es la salud.
La decisión de Alberto Fernández es un paso enorme en la gesta de soberanía económica que potencia la reputación y genera nuevos mercados para la ciencia argentina a nivel planetario, ya que a la anunciada producción de la Sputnik Vida, debemos sumar la finalización de la vacuna Sinopharm, los estudios de fase 3 de Cansino, junto con la generación de una vacuna íntegramente local que se están desarrollando científicos del Conicet y de la Universidad Nacional de San Martín.