La Cámara Federal porteña dictó el sobreseimiento del escribano mendocino Martín Rosta, quien intervino en las operaciones de compra y venta del campo El Carrizalejo, uno de los cargos por los que fue condenado el empresario kirchnerista Lázaro Báez.

Rosta había sido procesado por el juez Sebastián Casanello por los delitos de “delito de falsedad ideológica de instrumento público y partícipe necesario del delito de lavado de activos”. Como escribano, intervino en la compra del campo el 16 de diciembre de 2010 por cinco millones de dólares y en la venta, dos años después, el 21 de diciembre de 2012, por 1,8 millones.

Sin embargo, el fallo de la Cámara sostiene que “la pesquisa logró despejar los interrogantes que generaron los distintos precios abonados por esas tierras en las sucesivas operaciones”.

“La respuesta se encontró en la nueva normativa decretada el 3 de octubre de 2011 por el Departamento de Irrigación de la Provincia de Mendoza que restringió en el ínterin la construcción de nuevas perforaciones en el área para la extracción de aguas subterráneas”, precisó la explicación.

Además, aclaró el fallo, “los campos no cuentan con pozos. En este aspecto, la tasación del Banco Nación determinó específicamente que la suma abonada para la adquisición de la estancia se compadecía con los valores de mercado de entonces”. Los camaristas Eduardo Farah y Mariano Llorens concluyeron que “el escribano ejerció su oficio”, sin incurrir en conductas delictivas.