El embajador argentino en España y dirigente radical, Ricardo Alfonsín, anticipó que a partir del próximo 10 de diciembre dejará su puesto diplomático para "hacer política" en la Argentina, pero aclaró que no está "pensando en ocupar ningún cargo" en caso de que el oficialismo triunfe en la segunda vuelta.

"El 9 de diciembre se termina mi mandato, así que voy a venir a la Argentina a hacer política, pero no estoy pensando en ocupar ningún cargo. Quiero contribuir a que la política gane calidad y hacer todo lo que esté a mi alcance con ese propósito en el marco de mis limitaciones de distinta naturaleza", subrayó Alfonsín durante una entrevista con Noticias Argentinas.

A cuatro días de que se realice el balotaje presidencial entre Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei, el dirigente radical advirtió que los candidatos "no son lo mismo ni desde el punto de vista programático ni desde el democrático".

En cuanto a Juntos por el Cambio, espacio que integra un sector del radicalismo, Alfonsín planteó: "Creo que está fracturado. Quizás no se rompa, pero me parece muy difícil. Más allá de los últimos dichos entre (Gerardo) Morales y (Mauricio) Macri, con anterioridad se han puesto de manifiesto discrepancias que hacen presumir que son diferencias internas muy profundas".

A continuación los principales fragmentos del reportaje con NA:

-¿Cómo percibió el proceso electoral desde España?

-Con preocupación. Creo que por primera vez desde 1983 en una elección presidencial se pone en riesgo, por lo menos, la convivencia democrática. Se puede poner en riesgo el sistema democrático mismo con la candidatura de Javier Milei. La historia me enseña las cosas que han ocurrido frente a liderazgos como los de Milei. Es un hombre que no comprende cuál es el respeto mínimo, las consideraciones mínimas que deben existir en política, las
distintas expresiones. No comprende la importancia del diálogo ni la de una relación civilizada para que la democracia funcione bien.

-¿Por qué considera que está en riesgo la democracia?
-Milei justificó la dictadura militar de manera directa e indirecta. Solamente puede justificar la dictadura alguien que no aprecia suficientemente la democracia. Es un hombre que deshumaniza al adversario llamándolo rata, parásito, gusano, excremento humano. Nunca escuché nada igual, nunca pude ser testigo de semejantes agresiones en una campaña electoral, pero sí las he leído y existían este tipo de agresiones en el régimen nazi y el fascismo en Europa durante la primera mita del siglo XX. No digo que sea un nazi o un fascista, esas discusiones que las den en la academia, lo que digo es que este señor tal vez no es consciente de que este tipo de conductas promueven valores antagónicos respecto de los que deben predominar en democracia. La
pone en riesgo.

-¿Cómo definiría la figura de Javier Milei?
-Creo que es un autoritario, un hombre que cree poco en la democracia. Incluso, le preguntaron si la democracia era el mejor sistema de gobierno y balbuceó, no supo qué responder o no quiso responder. Es un fundamentalista, un fanático, un mesiánico y un anarcocapitalista, como dice él. Un ultraliberal que puede causar mucho perjuicio social. Con sus políticas puede ser que en lugar de resolver los problemas sociales que existen, los empeore.

-¿Cree que la UCR debió replantear su neutralidad frente al balotaje tras los dichos de Javier Milei sobre la figura de Raúl Alfonsín?
-No me puedo molestar por lo que diga de mi padre o por la valoración que haga de la década del ‘80 el señor Milei. El puede decir lo que quiera. Tiene todo el derecho del mundo a discrepar y de manera profunda. Lo que sí me despierta una gran curiosidad es por qué cree que lo tiene que decir con bronca y con rencor, promoviendo el odio. Parece que le causa placer ofender al adversario político. Como no aprecia demasiado la democracia, no se siente inhibido de decir con ganas y con bronca todas las cosas que dice de Raúl Alfonsín. La reacción del partido creo que ha sido buena. Lo han criticado, pero no hicieron hincapié en el riesgo que entraña la ofensa partidaria. Me parece que ha sido ofendido el partido. Además, tenemos que decirle al conjunto de la sociedad que este señor es peligroso y que después no digan nada los que lo votaron si llegan a ocurrir las cosas que decimos que pueden ocurrir, que no se hagan los sorprendidos. Que cada uno se haga responsable de su decisión como ciudadano.

Ricardo Alfonsín: "Voy a venir a hacer política a la Argentina, pero no estoy pensando en ocupar ningún cargo"

-¿La pelea entre Gerardo Morales y Mauricio Macri puede hacer que Juntos por el Cambio se rompa definitivamente?

-Creo que Juntos por el Cambio está fracturado. Quizás no se rompa, pero me parece muy difícil. Más allá de los últimos dichos entre Morales y Macri, con anterioridad se han puesto de manifiesto discrepancias que hacen presumir que son diferencias internas muy profundas. Desde mi punto de vista, no eran imprevisibles. Aparecen en este momento, pero eran previas. No sé qué puede pasar con la discusión interna una vez que se produzca esa fractura dentro de la coalición opositora.

-¿Cuál piensa que va a ser el rol de los radicales en un eventual gobierno de Sergio Massa?

-Me alegra la convocatoria a la Unidad Nacional que hace Sergio Massa. Un gobierno de unidad nacional es un gobierno de consenso, de acuerdos y de diálogo entre las distintas fuerzas políticas, pero no solamente entre las distintas fuerzas, sino con los sectores de la economía y sobre todo las pymes y los sectores del trabajo. Eso se puede materializar de dos maneras: con participación en la gestión o sin participación. Puede ser que determinadas medidas se acuerden en el Parlamento, pero puede que otras no pasen por ahí y que se acuerden en un diálogo entre los responsables de la decisión que se va a tomar. Lo que en el fondo necesitamos es un gobierno que convoque para resolver problemas graves que nos anclan en el subdesarrollo y que hacen sufrir a mucha gente.

-¿Qué expectativas tiene acerca del balotaje del próximo domingo?
-Va a ganar Sergio Massa, pero le pido a los radicales que tengan en cuenta que aquí está en riesgo la convivencia democrática y hasta el sistema democrático mismo. Nosotros hemos peleado mucho por la democracia. Nos costó muchísimo esfuerzo: muertes, secuestros, torturas, apropiación de bebés y hasta la pérdida de la libertad. Como decía (Raúl) Alfonsín, ‘fuera de la democracia hay sólo horror’. La mejor manera de resolver los problemas que tenemos es con gobiernos elegidos por el pueblo. Lo que más quiero destacar es que se hagan cargo cada uno de la decisión ciudadana. Si tomás una decisión que no es correcta a sabiendas, porque actúas con rencor o porque hacés especulaciones electorales, no te estás perjudicando vos, estás perjudicando al conjunto de los argentinos. A mí no me digan que es lo mismo Massa que Milei, porque no lo son ni desde el punto de vista programático ni desde el democrático.

-¿Qué representan para la política argentina figuras como la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel?
-La candidata significa en materia de derechos humanos un cuestionamiento de todo lo que se hizo en la década del ‘80 y una reivindicación de lo que se hizo en la dictadura. Decir que lo que hubo en los años de dictadura fueron simplemente excesos es relativizar el horror que fue aquella experiencia.

-¿Cómo se imagina su futuro político después del 10 de diciembre?
-Viajo el jueves porque tengo que votar en España, con los padrones de allá. El 9 de diciembre se termina mi mandato, así que voy a venir a la Argentina a hacer política, pero no estoy pensando en ocupar ningún cargo. Quiero contribuir a que la política gane calidad y hacer todo lo que esté a mi alcance con ese propósito en el marco de mis limitaciones de distinta naturaleza. Voy a hacer todo el esfuerzo que pueda para que la política gane calidad, no solamente sean mejor los debates y mejor las propuestas, sino que resuelvan los problemas de la gente que sufre.