El presidente Javier Milei extendió una invitación oficial al Papa Francisco para visitar su país natal a través de una carta. En su carta, Milei agradece la llamada del Papa, el 22 de noviembre, mencionando que "sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, son tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos".

Economía crítica
El presidente, en el texto, aborda los desafíos que enfrenta Argentina, como la pobreza y la crisis económica, afirmando: "Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas"

Milei comenta que está proponiendo medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que Argentina padece hace décadas, priorizando la protección de los más vulnerables.

Amada Patria
Milei invitó formalmente al Papa, expresando: "Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina... le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados".

Pacificación
El Presidente Milei ve la potencial visita del Papa como una fuente de unidad y pacificación. En sus palabras, Milie expresó: "Su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos"

Y agrega: “Nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina".

Texto completo de la Carta de Javier Milei a Francisco:

SANTO PADRE,

Agradezco su muy significativo llamado telefónico del 22 de noviembre, luego de mi elección como Presidente. Valoro sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos.

En lo personal, sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y la prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias.

También aprovecho esta oportunidad para agradecerle la participación de la Santa Sede en la ceremonia de mi asunción como Presidente de la Nación el pasado 10 de diciembre, al enviar como su representante al Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Alberto Ortega Martín.

Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor como la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas.

Teniendo presente su consejo de tener la sabiduría y el coraje necesarios, en mis primeras semanas de gobierno he procedido a proponer una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que la República Argentina padece hace décadas.

Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas más vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia Católica, cuya acción en el campo social es invalorable.

Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto.

Como Presidente de la Nación Argentina, considero que su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos.

Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina.

Sé que el tiempo es escaso. Aun así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero a Su Santidad las seguridades de mi alta consideración y respeto por su obra y su persona.

Javier G. Milei
Presidente de la República Argentina.