El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, firmó un decreto municipal para declarar a la educación como un servicio público esencial, en línea con el discurso del Gobierno porteño y en simultáneo a la decisión de su par de Vicente López, Jorge Macri, de presentar un amparo por la nueva restricción a la presencialidad en las aulas.

Según informó el municipio, el referente de la UCR bonaerense firmó el pasado jueves el decreto 521/2021 por el cual instruye a las dependencias públicas del distrito a continuar trabajando para que "las clases puedan seguir impartiéndose de manera presencial".

Si bien la decisión no está por encima del decreto firmado por el presidente Alberto Fernández, se trata de un gesto político alineado con la postura adoptada por Juntos por el Cambio y con algunos de los jefes comunales de esa fuerza política.

El decreto instruye a la Secretaría de Inspecciones y Registros Urbanos del municipio a continuar trabajando junto a la Dirección de Epidemiología de Salud Pública "en la ampliación y actualización de los protocolos sanitarios para que las clases puedan seguir impartiéndose de manera presencial".

Además, ordena a la Dirección General de Educación a continuar con las reuniones con autoridades de las escuelas de gestión privada y con los responsables provinciales de las escuelas públicas para que pueda continuar la presencialidad en las aulas de todos los colegios de San Isidro.

En simultáneo, Jorge Macri presentó ante la Justicia bonaerense un amparo para frenar en Vicente López la suspensión de las clases presenciales entre el 19 y el 30 de abril dispuesta por el Gobierno nacional para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

"Como gobierno tengo un poder que es la Justicia. No planteo una rebeldía, porque las normas están para ser respetadas. Voy a tratar de hacer lo que esté a mi alcance para garantizar que lo que no enferma, como las clases presenciales, continúe", afirmó el intendente de Vicente López y presidente del PRO bonaerense.

Ambos intendentes accionaron así en el marco de la polémica por la decisión del Presidente, acompañada por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que tiene a la Ciudad de Buenos Aires como escenario principal de la disputa entre el oficialismo y la oposición.

En los últimos días, el ex presidente Mauricio Macri había exhortado a los intendentes de la provincia de Buenos Aires a "imponer su liderazgo" y no acatar el decreto nacional en lo referido a las escuelas.