Luego de la detención de una amiga de Brenda Uliarte, una de las sospechosas en el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, sostuvo que "hay elementos contundentes" para suponer que varias personas participaron del atentado.

Para el funcionario, se buscó "construir un relato para que concluya todo en la pareja detenida", en alusión a Fernando Sabag Montiel y la propia Uriarte, pero remarcó que la investigación judicial a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti está mostrando que existen líneas que "deben profundizarse" y que involucrarían a más personas. 

En declaraciones radiales, Rossi alertó sobre la posibilidad de que se repitan hechos de violencia contra figuras públicas del oficialismo.

"Cuando suceden hechos de estas características (el intento de magnicidio a la Vicepresidenta) muchas veces tienden a repetirse otros hechos como en espejo. Esto sucede sobre la misma persona o contra otro dirigente de similar envergadura. La política tiene que tener en cuenta esto, y la Justicia también, por el reflejo de cara al futuro", sugirió. 

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En este sentido, el jefe de los espías consideró que "la política argentina no debe ser la misma después del atentado a Cristina", al tiempo que remarcó que lo sucedido contra Cristina Kirchner "puede ser una ventana de oportunidad para que surja la posibilidad de un escenario de acuerdo político, que permita un piso de acuerdo".

El ex ministro de Defensa reconoció que "esperaba que la actitud de la oposición sea del tenor de la que tuvo Antonio Cafiero" durante el levantamiento carapintada de Semana Santa de 1987, cuando el histórico dirigente peronista expresó su respaldo al entonces presidente Raúl Alfonsín.

"Pero los dirigentes de la oposición comenzaron muy rápido con los 'sí, pero'", lamentó.

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La nueva detención, que confirmó el giro en la investigación, se produjo en el partido de San Martín luego de que la jueza ordenara el secreto de sumario de la causa, y ocurrió tras una serie de allanamientos llevados a cabo por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

También se conoció que el lunes la vicepresidenta recibió mensajes con amenazas de muerte a través de un llamado telefónico al número 911 que se detectó en La Plata.