El presidente del interbloque de diputado de Juntos por el Cambio, Mario Negri, cruzó hoy al senador del Frente de Todos Oscar Parrilli por haber dicho que el fallo de la Corte Suprema que ordenó modificar la actual composición del Consejo de la Magistratura es "un golpe institucional".

"Los dichos de Parrilli ponen a la Argentina a las puertas de un gravísimo conflicto de poderes. Los fallos de la Corte no son de cumplimiento opcional. Son obligatorios", manifestó el dirigente radical.

Al respecto, Negri dijo que "parecería que el kirchnerismo quiere reeditar lo que hizo cuando desplazó al Procurador General de Santa Cruz, Eduardo Sosa".

"La Corte declaró ilegal lo actuado y ordenó reponer al Procurador en su cargo, pero sistemáticamente se incumplió con ese mandato", recordó sobre ese caso.

En ese marco, el cordobés planteó que "ahora quieren ir por ese camino y para eso cuestionan algo que jamás estuvo en discusión en la Argentina, que es el sistema de control de constitucionalidad por el cual desde que se constituyó la Corte Suprema en 1862 es el tribunal que tiene la última palabra cuando se cuestiona la validez de una norma".

"El kirchnerismo desprecia la independencia del Poder Judicial, y por eso vive impulsando normas contrarias a esa garantía como lo fueron las reformas judicial y del Ministerio Público, como en su momento pretendió serlo la mal llamada 'democratización de la Justicia'", señaló.

Y recordó "la ruptura del equilibrio de representación entre estamentos en el Consejo de la Magistratura que significó la ley de 2006, que el fallo dictado en diciembre del año pasado invalidó por inconstitucional".

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"No vamos a permitir que los presidentes de las Cámaras del Congreso repitan lo que hizo Néstor Kirchner en Santa Cruz cuando incumplió el fallo de la Corte por el caso del Procurador Sosa", agregó Negri en un comunicado.

Señaló que "Argentina terminaría de sepultar lo poco que queda de confianza en la seguridad jurídica si el mensaje es que los poderes políticos pueden elegir entre cumplir o no cumplir una sentencia del máximo tribunal de la República".

"Vamos a activar todos los mecanismos legales disponibles para que se ejecute la sentencia y también los mecanismos constitucionales para quien incumpla esa orden, porque claramente sería constitutivo de mal desempeño", finalizó.

Horas antes, Parrilli comparó con un golpe de Estado la eventual asunción del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, al frente del Consejo de la Magistratura si antes del 15 de abril el Congreso no sanciona una nueva ley reglamentaria del organismo que selecciona y destituye a los jueces. "Están diciendo en los diarios que va a asumir (Rosatti), como un golpe de Estado al Consejo de la Magistratura", advirtió el senador kirchnerista.

La Corte declaró inconstitucional la ley sancionada en 2006, que redujo de 20 a 13 los miembros del Consejo de la Magistratura y que fue redactada por Cristina Kirchner cuando era senadora.

En su fallo, el tribunal dispuso un plazo de 120 días para que el Poder Legislativo dicte una nueva ley, caso contrario volvería a aplicarse la ley de 1997, que le daba al presidente de la Corte la conducción del Consejo.