Milei mueve a sus damas por el mundo para explicar su modelo
La Canciller Diana Mondino se reunió con sus pares del G20 en Brasil y explicó que "Argentina avanza hacia una nueva era económica" mientras que Patricia Bullrich en Washington se reunió con funcionarios del FBI y la DEA y el presidente del Salvador.
Tanto la ministra de relaciones exteriores, Diana Mondino, como la de Seguridad, Patricia Bullrich, sostuvieron una nutrida agenda internacional cuya principal función fue anoticiar a sus pares de las potencias integrantes del G-20 acerca del cambio copernicano de las relaciones económicas en el país, como de la atención que prestará la administración de Javier Milei a las amenazas que se producen por el terrorismo y el auge del crimen organizado que ponen en riesgo a las democracias latinoamericanas.
En el último caso, la ministra Bullrich tenía agendada una reunión con Nayib Bukele, presidente de El Salvador, con quien coincide en la visita a la ciudad de Washington y que se ha convertido en una “estrella rutilante” de la política por su combate a las pandillas que tenían el control de las calles del país centroamericano hasta la implementación de una política de mano dura para detener a los criminales identificados como “maras”.
En Río de Janeiro, Diana Mondino aseguró, “la Argentina se embarca en una nueva era económica, promoviendo una economía de mercado abierta, la libre competencia de los actores económicos, la atracción de inversiones, el fortalecimiento del estado de derecho y la plena inserción en la economía global”.
En Washington, Patricia Bullrich, expresó: “En Argentina tomamos la decisión de que no puede haber un centímetro en el territorio nacional donde no rija la ley y quede librado a las organizaciones criminales. Desde el avance de nuestra gestión, hemos reducido un cincuenta y siete por ciento los homicidios en Rosario, y eso es gracias al trabajo de nuestras fuerzas, en conjunto con el uso de herramientas de inteligencia criminal en la persecución penal.”
El interés por escuchar a las damas de Milei en los foros de gobernanza internacionales es creciente y el presidente decidió mover las fichas en ese tablero de ajedrez que parece ser menos arduo que la partida que se juega internamente con profundas disidencias en el arco político y conflictividad social en ascenso.