El legislador Nicolás Massot cuestionó duramente la "improvisación" en el envío de proyectos y decretos, así como la excesiva preocupación por la opinión pública en vez de por lograr acuerdos.  

"A veces puede dar la impresión de que el Gobierno hace las cosas más para afuera que para que ocurran. Eso es peligroso, uno no va a buscar un dictamen si no tiene los votos", sostuvo Massot.

El diputado también alertó por una "retórica muy peligrosa" del oficialismo donde se descalifica a cualquier voz crítica tildándola de "casta". Esto dificulta llegar a entendimientos en temas donde podría haber coincidencias programáticas con la oposición.

"Cuando un gobierno de buenas ideas no tiene éxito en impulsarlas, no fracasa el gobierno, fracasan las ideas. Este gobierno no es el dueño de ideas que muchos compartimos y por las cuales venimos luchando mucho antes que el propio Gobierno", planteó.

De cara al debate en comisiones de la ley ómnibus impulsada por el Ejecutivo, desde el massismo propondrán priorizar los aspectos económicos y postergar las reformas judiciales y políticas más conflictivas.

"El Gobierno tiene un déficit en el esquema de prioridades. En la ley hay cuestiones urgentes, que entendemos que son urgentes para el Gobierno, como los capítulos fiscales, administrativos, tarifarios y energéticos. Pero hay otros, que no digo que no sean importantes, pero tienen que ver con la Justicia", explicó Massot.

Y agregó: "No me gusta cómo se está tratando el capítulo de privatizaciones. Ni en el DNU ni en la ley. No comparto esta idea de que el Congreso le dé una autorización para privatizar todas las empresas del Estado sin que pueda participar".

El integrante del Frente Federal también se mostró crítico con el manejo de las protestas sociales por parte del Poder Ejecutivo en un contexto de crisis económica.

"No puede pasar que el Gobierno pretenda el control de la calle sin ningún tipo de diálogo institucional con los promotores de las protestas", subrayó.

Por último, Massot aprovechó la entrevista para marcarle la cancha a la coalición opositora Juntos por el Cambio, de la que formó parte como aliado del expresidente Mauricio Macri.

"A mí nadie me va a empujar con el kirchnerismo, al que combato desde hace 15 años, mucho antes de que la mayor parte del gobierno de hoy hiciera política", sentenció.