Hay que decir con toda claridad que el préstamo que el FMI le dio al Gobierno de Mauricio Macri fue una estafa. Ni un solo dólar de ese préstamo se usó para promover la industria nacional, construir rutas, hospitales o escuelas.

La plata del Fondo se usó para la fuga. Un puñado de bancos, monopolios y terratenientes amasaron fortunas comprando dólares a un precio subsidiado para llevárselos fuera del país. Se arrancó a negociar con el Fondo Monetario Internacional desde una premisa equivocada. En esa mesa de negociación no había un deudor y un acreedor, sino que había un estafado y un estafador.

El objetivo de ese ilícito, además de fugar capitales, era atarnos y condicionarnos políticamente. Ése es quizás el hecho más grave del préstamo y es lo que explica por qué el FMI tuvo que violar sus propios estatutos. Fue una decisión que tomó EE.UU. para entrometerse en nuestra política interna y condicionarnos a futuro.

No importa en qué momento de la historia nos paremos, ése siempre es su principal objetivo. Para eso armaron ese organismo las  potencias imperialistas, para condicionar, manipular y poder saquear a países menos desarrollados como el nuestro. Y para poder saquearnos, el FMI trabaja permanentemente para detener nuestro desarrollo.

Por eso el general Juan Domingo Perón siempre rechazó que Argentina se incorporara al Fondo. Y también por eso para nosotros este organismo es un enemigo declarado del pueblo y la nación argentina.

Lo que viene

Es una situación difícil la que tenemos por delante con este acuerdo aprobado. Esto le va a permitir al FMI una enorme injerencia en nuestra economía: 142 de sus funcionarios van a estar controlando nuestros números cada tres meses. Para colmo, liderados por un inglés, una verdadera provocación a 40 años de la guerra de Malvinas.

Sabemos que tenerlos acá significa ajuste y sufrimiento para el pueblo argentino. Y esto se da en un momento muy delicado, porque tenemos una situación social tremendamente deteriorada. Hay millones de compatriotas en la pobreza y la indigencia. Tenemos el desempleo casi en dos dígitos y millones de trabajadores en la informalidad laboral.

El salario y las jubilaciones mínimas están en $33 mil pesos, lejos de los $42.700 de la línea de indigencia. Hoy suman 4 millones los trabajadores en blanco con salarios de pobreza, cobrando menos de los 80 mil pesos que fijó el INDEC para no ser pobre. Y la situación es muy complicada también para mis compañeras y compañeros que trabajan por un plan social y cobran $16.500.

Con esta situación son muchos los que pasan hambre en nuestro país. Es en estas condiciones que el FMI nos quiere condenar un ajuste. No es viable. No hay lugar para el ajuste. Si siguen apretando va a estallar la Argentina. Con este acuerdo, el FMI nos va a tener atados de pies y manos.

¿Qué pasa si en una de sus revisiones nos bajan el pulgar? Pueden negar el desembolso y nos llevan al default. Es decir que el fantasma del default no se resuelve con el acuerdo.

Estamos en medio de un conflicto bélico en Ucrania, y dedisputa imperialista en el mundo. El precio del gas GNL está por las nubes, en 2021 pagamos US$ 1.100 millones de dólares para importar gas, hoy por esa misma cantidad deberemos desembolsar casi US$ 4.900 millones. Ésa es la situación que tenemos. En estas condiciones es imposible de pagar esa "deuda", va a fracasar el acuerdo.

El fantasma del default

Nosotros no militamos el default, hablamos de un no pago soberano mientras se investiga esa "deuda" con el FMI. Técnicamente además no hay default con el FMI, si no pagamos hay mora. Si se estudia el ciclo de nuestras deudas, hay solo un período de cinco años donde la deuda no creció, fue cuando declaramos el no pago en el año 2001.

Porque con la posterior quita que negoció Néstor Kirchner se puede afirmar que en ese período la deuda externa quedó planchada. Y ese fantasma del default, que tanto agitan y alarma a tantos, fue el que nos permitió crecer y salir del pozo en 2001.

Crecimos porque nos sacamos de encima la mochila de pagar. Solo así se puede pagar en situación de fortaleza. Muy distinto a lo que hizo esta vez el Gobierno, que negoció mientras fue pagando vencimientos y cuando el Fondo decidió sentarse a negociar en serio, la Argentina tenía las reservas en rojo.

Esperaron y nos fueron llevando a negociar en la mayor situación de debilidad. No había posibilidad de tener un buen acuerdo en esas condiciones de negociación.

La deuda es con el pueblo

Sostengo la necesidad urgente de investigar la "deuda" contraída con el FMI y la fenomenal fuga de capitales que se produjo. ¿A dónde fue esa plata? ¿Qué bancos la recibieron? ¿Quiénes la fugaron? El Congreso nacional tiene que investigar estos hechos.

Fui parte de los que luchamos en las calles y en las urnas para derrotar al macrismo y dejar atrás un Gobierno que tenía como base las recetas dictadas por el FMI y los EE.UU. El pueblo votó para terminar con eso y también con la esperanza de resolver sus sufrimientos.

Soy parte del frente Todos y vamos a seguir luchando para que la crisis que nos dejó el Gobierno de Macri y agravó la pandemia no lo pague el pueblo, sino los fugadores que se enriquecieron en la fiesta del endeudamiento del macrismo y el FMI.

(* - Juan Carlos Alderete es dirigente de la Corriente Clasista y Combativa -CCC- y diputado nacional del Frente de Todos).