El 1° de Mayo de 1974 quedó marcado en la historia argentina por haber sido el quiebre entre el entonces presidente Juan Domingo Perón y la agrupación Montoneros y, en medio de ese tenso acto, un grupo de bellas jóvenes trabajadoras vivió una jornada especial para sus vidas.

Antes de que el General protagonizara un duro enfrentamiento dialéctico con las columnas de la Tendencia Revolucionaria, tres mujeres salieron al histórico balcón de la Casa Rosada para ser coronadas como Reina y princesas del Trabajo y la Unidad Nacional por la entonces vicepresidenta, María Estela Martínez de Perón.

Se trató de María Cristina Fernández, de 21 años y 1,67 metros de altura: la maestra y vecina del partido bonaerense de Lomas de Zamora representó a la Federación Nacional de Trabajadores de Obras Sanitarias y se alzó con el primer premio.

A 50 años del día en que Perón tildó de "imberbes" a Montoneros en cadena nacional y en plena Plaza de Mayo

En tanto, las princesas del Trabajo y la Unidad Nacional fueron Nidia Mónica Roldán, de 19 años, quien compitió por el Sindicato Argentino de Televisión, y Graciela Liliana Lage, de 20 y representante de la Asociación Obrera Textil.

Las tres jóvenes habían competido entre 37 reinas y se sumaron al largo listado de mujeres de la "realeza" peronista, ya que el concurso se había llevado adelante desde la primera gestión de Juan Domingo Perón al frente de la Casa Rosada: las primeras ganadoras habían tenido el lujo de ser coronadas por Evita.

Fernández, Roldán y Lage tuvieron su coronación en un contexto particular, ya que fue durante el histórico acto en el que Perón decidió romper el vínculo con las organizaciones de la Tendencia Revolucionaria, como Montoneros y la JP.

Cuando el locutor anunció que se iba a proceder a premiar a las jóvenes, las columnas juveniles arremetieron con sus cánticos: "No queremos carnaval, asamblea popular".

Minutos después, cuando las mujeres de la realeza obrera ya habían dejado el mítico balcón, el General pronunció su discurso en el que tildó de "imberbes" y "estúpidos" a los miembros de la Tendencia, quienes no dudaron en abandonar la Plaza de Mayo para hacer notar el descontento con el líder del PJ.