Los movimientos sociales troskistas y los asociados al oficialismo marcharon hacia la Plaza de Mayo en una nueva jornada de protesta. Pese al anuncio del bono de 11 mil pesos que se destinará a 1,3 millones beneficiarios del programa Potenciar Trabajo el mes próximo. La Unidad Piquetera y la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) se movilizaron para pedir cambios en la política social y económica del Gobierno Nacional.

La convocatoria tuvo diversos puntos de encuentro previos dentro del centro porteño. Algunos se concentraron en el Ministerio de Trabajo, donde reclamaron una actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), que hoy está en 45,5 mil pesos, es decir, “en la línea de pobreza”. También en el Ministerio de Desarrollo Social, donde cuestionaron el “incumplimiento en los programas sociales y partidas alimenticias en los comedores” que dependen del titular de la cartera Juan Zabaleta.

En paralelo, otras columnas comenzaron desde Tribunales, de la calle Talcahuano, en donde dieron una conferencia de prensa contra “la criminalización de la protesta social”. También se les unió la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la organización liderada por el diputado oficialista Juan Carlos Alderete. Hace semanas, unos treinta comedores y viviendas de esa organización fueron allanados en el marco de una causa judicial abierta durante el gobierno de Mauricio Macri y en la que se investiga supuestas irregularidades en el manejo de planes sociales.

LEE: En el Frente de Todos dan por hecho el desembarco de Massa en el Gabinete

Se sumaron, además, concentraciones en el Obelisco y en Avenida de Mayo. Entre estos reclamos, uno de los más pedidos por los sectores cercanos al oficialismo fue la aprobación del Salario Básico Universal, que busca que unas 7,5 millones de personas de entre 18 y 64 años que no poseen ingresos provenientes del mercado laboral formal y estén en una situación de vulnerabilidad reciban un monto equivalente a la Canasta Básica Alimentaria individual: 15 mil pesos.

El proyecto es encabezado por Juan Grabois, quien no asistió (se encuentra en el Chaco) tras su estruendoso acto de la semana pasada en el Puente Pueyrredón donde cargó duro contra el presidente y pidió “dejar la sangre en las calles”. Pero los sectores que le responden sí estarán presentes junto a la CTA Autónoma, La Poderosa, la OLP, el Frente Popular Darío Santillán, Nuestramerica y el Partido Piquetero.

Los dirigentes Eduardo Belliboni (del Polo Obrero), Silvia Saravia (de Barrios de Pie- Libres del Sur) y Mónica Sulle (del MST-Teresa Vive), entre otros referentes de las agrupaciones que asistieron, dialogaron con NA sobre las razones de la movilización, la convocatoria de la CGT para el 17 de agosto y el posible desembarco de Sergio Massa al Ministerio de Economía. 

LEE: Cambios en el Gabinete: renunció Gustavo Beliz

"La jornada de lucha es por el ajuste. Cada vez que se suman más organizaciones y más gente porque hay una enorme necesidad que crece. El gobierno tiene una política de sometimiento al Fondo Monetario Internacional. Acá falta la voz de los trabajadores sindicalizados y representados por la CGT y la CTA. Si los dirigentes no hablan, tendrán que hablar las bases. No hay reclamos salariales en Argentina; no se escuchan a los dirigentes sindicales", argumentó Belliboni. 

Por su parte, Sulle afirmó sobre Massa: “Batakis fue a cerrar el ajuste y ahora viene la aplicación". Además, disparó contra el presidente Alberto Fernández: "Se cansó de decir que no iba a pagar estafas, pero lo está haciendo". A su vez, confirmó que el MST no marchará a la par de la central obrera. Mientras que Saravia cuestionó los objetivos de la movilización:"La CGT sabrá qué hacer. Creemos que esa marcha no tiene claro cuáles los objetivos. Vemos mucha desprolijidad y la disputa interna, que perjudica la figura Presidencial".