La reacción de Margaret Thatcher, sesión de urgencia en el Parlamento y organización militar
La Primera ministra del Reino Unido no dudó en poner en marcha un operativa de recuperación de las Malvinas.
El 3 de abril de 1982, al día siguiente de la invasión argentina de las Islas Malvinas, el mundo reaccionó al inicio repentino del conflicto. Mientras Argentina consolidaba su control sobre las islas, el Reino Unido comenzaba a organizar una respuesta.
- Condena Internacional: La comunidad internacional reaccionó rápidamente a la ocupación argentina. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y varios países expresaron su preocupación por la escalada del conflicto. La invasión fue condenada por muchos gobiernos, quienes instaron a una solución pacífica a través del diálogo.
- Reino Unido moviliza sus fuerzas: El gobierno británico, liderado por la Primera Ministra Margaret Thatcher, respondió con determinación. El 3 de abril, el Reino Unido comenzó a movilizar una fuerza de tarea naval para recuperar las islas. Este despliegue incluyó portaaviones, destructores, fragatas, y submarinos, junto con unidades de infantería y comandos.
El HMS Hermes y el HMS Invincible, dos portaaviones británicos, fueron parte central de esta fuerza de tarea.
- Sesión de emergencia del Parlamento Británico: El Parlamento del Reino Unido fue convocado a una sesión de emergencia para discutir la crisis. Margaret Thatcher afirmó que la agresión argentina sería repelida y que el Reino Unido tomaría todas las medidas necesarias para recuperar las Islas Malvinas.
- Consejo de Seguridad de la ONU: Se realizaron esfuerzos diplomáticos para buscar una solución al conflicto. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió para discutir la situación, lo que eventualmente llevaría a la Resolución 502, que exigía la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas y el cese de las hostilidades.
- Argentina fortalece su posición: Mientras tanto, Argentina continuaba fortaleciendo su presencia militar en las islas, desplegando más tropas y equipos. El gobierno argentino, liderado por el dictador General Leopoldo Galtieri, se mostraba confiado en su reivindicación de soberanía sobre las Islas Malvinas y buscaba consolidar su control.