El miércoles pasado se celebró el Día Mundial de los Humedales y esta vez vamos a hablar de la realidad de la Argentina con respecto al desastre ambiental que enfrentamos, y de quienes permiten una y otra vez que esto suceda.

No solo son los legisladores que "cajonean" la ley de Humedales por orden de sus gobernadores, sino que hay más responsables.

No vamos a permitir que sigan usando como slogan de campaña y porque "queda bien" la protección y la calidad de vida de las personas. Desde el Partido Verde venimos trabajando y concientizando sobre la importancia de la protección y conservación de los humedales.

Pero no nos engañemos, los incendios, las sequías y la destrucción de nuestros humedales que vemos hoy en todos lados, desde la Reserva de Punta Lara que presenciamos la semana pasada, hasta el incendio de la reserva ecológica de CABA, pasando por los incendios de Rosario que una y otra vez se perpetuán dañando a la ciudadanía y a la biodiversidad, y por todas nuestras provincias, tienen responsables directos e indirectos.

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Entre 2021 y 2022 el fuego y la desidia afectó a más 1,8 millones de hectáreas en 23 de los 24 distritos del país (solo la ciudad de Buenos Aires se había mantenido a salvo), pero con el inicio de 2023 tuvimos focos de incendio también en la Ciudad que parecería ser era "intocable". Podemos afirmar que en el lapso de dos años la Argentina estuvo en llamas.

No es verdad que por no tener una ley de Humedales la situación no se puede controlar, hay responsabilidad política de todos los que tienen el poder de hacer algo.

Desde el Presidente que prometió cuidar nuestra casa común, hasta los gobernadores, intendentes, ministros de ambiente, secretarios de municipios que no trabajan en la prevención, que miran para el costado cuando inician los incendios porque muchas veces saben para que negocio "sirve", ya sean desarrollos inmobiliarios, preparación del área para pastoreo, o para la expansión del cultivo de soja, entre otros.

Los incendios en Argentina NO SON un accidente, son la consecuencia de la falta de prevención, el desfinanciamiento, la falta de cumplimiento de las leyes vigentes, como la ley de bosques y la ley de prevención del fuego, y la desidia de quienes ocupan los lugares de toma de decisión.

Detrás de los incendios hay desarrollos y negocios inmobiliarios y agroindustriales a costa de la explotación indiscriminada de los bienes naturales que son de todos, inclusive de otras especies que habitan el territorio y ven cómo sus ecosistemas son devastados por una cadena de complicidades de la cual participa también el Estado nacional. La situación cada vez es más grave.

Sumado a esto, los efectos del cambio climático que hoy vemos reflejados en la sequía que estamos atravesando, sumados al calor producen incendios.

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En estos casos, ¿dónde estuvo la previsión? ¿Todavía no saben que enfrentamos una crisis climática global?

Saber saben, porque ratifican acuerdos internacionales que luego no cumplen. Acá no son ni los unos, ni los otros. Todos participan en mayor o menor medida de este desastre ambiental.

Estamos en la mayor crisis de incendios forestales que se ha vivido en la Argentina en décadas, la gente no puede respirar, los animales se mueren, la biodiversidad se extingue, las lagunas y los lagos desaparecen, en algunos lugares ya no hay agua para beber, pero siguen pesando más los negocios entre amigos, y mirar para el costado que ocuparse de la calidad de vida de los y las argentinas.

Basta de mirarse el ombligo, usar los temas para la campaña y mirar para el costado. Es hora de tomar decisiones y accionar para que esto no pase más. Del agua depende nuestra vida, de los humedales también.

(*) - Fabiana Zanutti es presidenta del Partido Verde de la provincia de Buenos Aires.