La creación de la región Norte Grande también forma parte de una reparación histórica
Con la voluntad estratégica de los 10 mandatarios de las provincias del NEA y NOA, más el apoyo fundamental de un Gobierno nacional, con una verdadera mirada federal, se puede pensar en corregir las viejas asimetrías que existen en el país.
La historia de la Argentina muestra, a las claras, que el paso de los distintos gobiernos nacionales trataron al Norte del país con diferentes matices, los cuales, salvo durante los ochos años de gestión de Cristina Kirchner, dejaron con más amarguras que alegrías a quienes habitamos esta vasta, rica y pujante región.
Hoy, y tras la voluntad estratégica de los 10 mandatarios de las provincias del NEA y NOA y con el apoyo fundamental de un Gobierno nacional con una verdadera mirada federal, se puede pensar en corregir las viejas asimetrías que existen entre las regiones.
La decisión del presidente Alberto Fernández de reducir los aportes patronales en nuestras provincias es un paso fundamental para la generación de puestos de trabajo e incentiva a nuevas empresas e industrias a que se radiquen en esta parte del país.
Pero solo es un paso y sabemos que el camino que tenemos por delante es largo y por ello son muchos más los que tenemos que dar.
Desde el Senado, y con el acompañamiento de legisladores de ambas Cámaras, hoy buscamos crear la Región Norte Grande y que de esta manera se reconozca el Tratado Interprovincial suscripto en Salta el 9 de abril de 1999 y cuyo Estatuto fuera aprobado en el Acta de Asamblea de Gobernadores el 24 de junio de 2004.
Entendemos que la sanción de dicho proyecto es reconocer la importancia de una región que hoy concentra una superficie de 850.000 km2, equivalente a un 30 por ciento de la superficie nacional, con más de nueve millones de habitantes -un 20% de la población nacional- y cuenta con un tercio de la superficie sembrada del país, con una matriz productiva diversificada que permite una actividad económica asociada a la minería, hidrocarburos, turismo, cultura, industrias y comercio.
Es por todo esto que a la par de la sanción de este proyecto buscamos que se modifique el subsidio al transporte público de pasajeros, se regulen los precios de combustibles, se contemple el sistema de transferencias de cargas y puerto seco y se avance en una compensación del déficit previsional, y además se ejecuten obras clave para el proyecto productivo como lo son la Hidrovía Paraná-Paraguay y el ferrocarril Belgrano Cargas-Mesopotámico-
Urquiza.
Los cambios no surgen de voluntarismos aislados; se motorizan, consolidan y finalmente ven la luz gracias a la sinergia de un conjunto de actores que hoy están sobre el escenario con la clara consigna de poner al Norte Grande de pie y de esta forma encaminarnos a una postergada, justa y necesaria reparación
histórica.