La Cámpora inicia el operativo clamor para que Cristina Kirchner presida el PJ
El movimiento, que probablemente tenga la venia de la ex presidenta, se da en medio de la tensa interna entre La Cámpora y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Dos de los máximos líderes de La Cámpora, el senador Wado de Pedro y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, iniciaron hoy un operativo clamor para que la ex mandataria Cristina Kirchner presida el Partido Justicialista (PJ) nacional.
“Cristina es la líder del peronismo y ha dado acabadas muestras de su compromiso inquebrantable con los sueños y los anhelos de nuestro pueblo. Conoce cada rincón de la Patria e interpreta las necesidades como nadie”, escribió el senador de Unión por la Patria y número dos de la organización que conduce Máximo Kirchner.
Para De Pedro, “en este tiempo tan duro para los y las argentinas, ella puede encender una luz de esperanza con su mirada estratégica y su coraje para volver a organizarnos y comenzar la reconstrucción”.
“Es momento de que una mujer, que militó toda su vida en el peronismo, presida por primera vez el Partido Justicialista”, propuso a través de un tuit en la red social X.
Por su parte, Mendoza reforzó la misma línea argumental: “Para ordenar lo desordenado y enderezar lo torcido, es tiempo de mujeres peronistas. Merecemos a @CFKArgentina PRESIDENTA del Partido Justicialista Nacional”.
Es esperable que el clamor que encendió La Cámpora, que probablemente haya sido autorizado por la propia ex presidenta (dado que la agrupación ultracristinista nunca la involucra en una acción sin consultarla previamente) siga creciendo en los próximos días.
Este movimiento de La Cámpora, que probablemente tenga la venia de la ex presidenta, se da en medio de la tensa interna ente Máximo Kirchner y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Se trata de una puja de poder interno dentro del kirchnerismo: el hijo de la ex presidenta considera que el mandatario bonaerense adelantó los tiempos de la construcción de su proyecto presidencial, y además lo hizo sin pedir permiso a la conducción de Cristina Kirchner.
Interpretan que Kicillof busca arrebatarle la conducción a la ex jefa de Estado antes del 2025 para apoderarse de la lapicera con la que quedarán confeccionadas las listas de diputados nacionales.
El temor de la Cámpora es perder el privilegio del que siempre gozaron en el reparto de lugares en las listas por su vínculo umbilical con Cristina Kirchner.
Con “La Jefa” presidiendo el PJ, entienden, se termina la discusión por los liderazgos, y se ahuyentan los peligros de que el ex ministro de Economía pretenda digitar la confección de las listas, arrebatándole el monopolio que siempre tuvieron Cristina y Máximo Kirchner.
Luego de que el jefe de La Cámpora disparara munición gruesa contra el gobernador en un discurso que dio en el estadio Atenas de La Plata, se puso paños fríos con el saludo de cumpleaños que De Pedro le dedicó a Kicillof en las redes sociales.
El miércoles, en un reportaje que concedió en México, el ex ministro de Economía buscó “desdramatizar” la interna, aunque reconoció que existen algunas diferencias.
Para Kicillof, “es lógico, razonable y es hasta sano que se disputen y discutan representaciones, estilos, y hasta diría, programa, lenguaje”.
“Después por supuesto que como toda discusión puede ser más o menos dura, fuerte, con golpes bajos. Y esto no lo estoy diciendo por la cuestión específica de La Cámpora o Máximo. Pero es un sector que tiene un peso importantísimo en el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el vínculo con Cristina. Así que yo le doy una relevancia, pero también creo que no hay que dramatizar”, indicó en una entrevista a LPO.
Según dijo, “después de una derrota hay un período natural de reflexión, de discusión, incluso, de miradas antagónicas, de polémica, y alguien podría decir hasta de pase de facturas entre todos nosotros”.
Sin embargo, el gobernador kirchnerista aclaró que “en lugar de ser algo malo o peligroso” resulta “necesario y sano”.
“Por supuesto que la pretensión es que esto ocurra a puertas adentro. Pero como el peronismo tiene esa envergadura, es muy difícil pensar que una discusión al interior del peronismo va a quedar entre cuatro paredes o encapsulada en documentos internos”, cerró.