Gabriela Michetti declaró hoy que advirtió que le habían robado 245 mil pesos y 50 mil dólares de su casa el día en que fue electa vicepresidenta de la Nación por un “trapo rejilla” que faltaba en la cocina, cuando fue a “lavar un plato”.

Michetti declaró como testigo ante el Tribunal Oral número 29 por la sustracción de dinero cuando ella estaba en el búnker de Cambiemos festejando la victoria de la fórmula que integraba junto con Mauricio Macri en el balotaje de 2015.

“Cuando entré, después de haber estado en el búnker, estaba sola y cuando fui a la cocina encontré algo rarísimo: yo soy muy ordenada y muy prolija y siempre hay un trapo rejilla. Cuando estuve lavando un plato no veo el trapo. Eso que tiene que estar, no está, no lo encontré. Me dije 'qué raro esto'”, declaró la ex vicepresidenta.

“Me fui al cuarto a dormir y cuando busqué algo en la mesita de luz vi todo híper desordenado. Ahí se me cruzó que alguien había entrado”, evocó.

Por la sustracción del dinero comparece como único imputado el policía de la Ciudad (ex Metropolitana) David Cruzado, presente en la audiencia junto con su abogado, Marcelo Mónaco.

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Michetti, quien declaró por Zoom por prescripción médica, aseguró que la sustracción se produjo en el lapso en el que permaneció en el centro de festejos de la victoria de Cambiemos en las elecciones, y que Cruzado estuvo todo el tiempo con ella.

En tanto, aseguró que, además de ella, tenía llave de su casa Norma, una suerte de mucama y asistente,  sobre quien precisó: “Hace 20 años que trabaja conmigo y es mi alter ego en la vida”.

También tenía llaves su hermana, que vive en una casa contigua, y su hijo, quien residía en la misma vivienda.

Tras constatar el faltante de los pesos (producto de donaciones para la fundación SUMA, que presidía, para pagar “unos trabajos en el patio” y gastos diarios, y los 50 mil dólares que fueron “un préstamo barra regalo” de su pareja), Michetti radicó la denuncia policial.

“Hice la denuncia inmediatamente porque soy de las que cree que estas cosas no se pueden dejar pasar. Jamás se me cruzó por la cabeza que podía ser un custodio. (…) Tengo una relación muy afable con los custodios, no establezco diferencias del tipo que uno es el jefe y no le da mucha bolilla al que trabaja para uno. Soy muy horizontal en ese sentido, no soy de establecer diferencias jerárquicas”, resumió la ex número dos del Ejecutivo.

Cuando el fiscal Sandro Abraldes le preguntó si había algún acceso forzado o “algo roto” en la entrada de la casa, Michetti respondió: “No me acuerdo de algo roto. Sí recuerdo lo de la cocina y la mesa de luz, e inmediatamente ahí dije 'qué cosa extraña esto'”.

El fiscal insistió sobre si había visto algo que le llamara la atención en los movimientos del policía Cruzado, pero Michetti recordó que no había reparado en ello, en parte, porque estaba aún convaleciente de una dolencia reciente.

“No soy una persona que está mirando a la custodia. Había salido de una semana de internación por salmonella, me perdí el último acto de campaña en Humahuaca y casi no puedo ir a votar. Estuve internada, muy fuera de la pista. Volví ese domingo con un esfuerzo monumental”, sintetizó.

El juicio está a cargo de los jueces Hugo Navarro, Juan María Ramos Padilla y Gustavo Goerner y se definirá en veredicto la semana próxima.

El delito por el que está acusado el policía Cruzado contempla penas de hasta nueve años de cárcel. Pese a que fue la damnificada, Michetti no es querellante en el juicio oral.