Gabriel Fuks tras abandonar Ecuador: "El Presidente no reconoció ninguna complicidad, es otra mentira del canciller Holguín"
En diálogo exclusivo con NA, el embajador argentino en Ecuador brindó detalles de sus últimas horas en el territorio ecuatoriano, luego de que el gobierno de Guillermo Lasso lo expulsó del país por considerar que había facilitado la fuga de la ex funcionaria de Rafael Correa María de los Ángeles Duarte.
El embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks, afirmó hoy que el presidente Alberto Fernández "no reconoció ninguna complicidad" de la Argentina en la fuga de la sede diplomática de la ex funcionaria de Rafael Correa María de los Ángeles Duarte y advirtió que se trata de "otra de las mentiras" del canciller ecuatoriano Juan Carlos Holguín.
"No hay ninguna complicidad, el Presidente no reconoció ninguna complicidad. Esa es otra de las mentiras del canciller Holguín. Él está tratando de sacar el músculo político que no tiene y demuestra una incapacidad al romper un esquema regional entre dos países que tienen una relación histórica enorme", apuntó Fuks.
Durante la primera escala del vuelo que lo traerá de regreso a Buenos Aires, el embajador se tomó unos minutos para realizar una entrevista telefónica con Noticias Argentinas al arribar a la ciudad de Bogotá, en Colombia, donde contó detalles del conflicto diplomático que se desató en los últimos días.
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"El Presidente primero habló conmigo, me llamó porque quería hablar con [su par de Ecuador Guillermo] Lasso y con mí teléfono habló con el canciller. Lo que le estaba pidiendo era hablar con Lasso para desescalar el conflicto y el canciller ya tenía en su mano el decreto o la nota en la cual me solicitaban que me retirara", relató Fuks.
En esa línea, el diplomático continuó: "No iba a volver a atrás con la decisión y le negó al Presidente las opciones que le dio en la conversación para desescalar el conflicto. Holguín lo atendió delante mío porque la llamada fue con mi celular. Todo lo que quiere inventar no sucedió, yo estaba a 5 centímetros de él. Está diciendo cosas que no puede comprobar".
Consultado acerca de si Alberto Fernández pudo conversar con su par de Ecuador, Fuks respondió: "Entiendo que no, que había hablado antes y que el Presidente quería volver a hablar. No sé qué responsabilidad tiene Lasso, pero el operador ha sido Holguín".
El conflicto diplomático entre Argentina y Ecuador se generó esta semana cuando Duarte abandonó la sede diplomática argentina en Quito, donde se encontraba como asilada humanitaria desde 2020, provocando que ambos países decidan retirar a sus embajadores.
Si bien la Cancillería argentina comunicó este martes la expulsión del embajador ecuatoriano en Buenos Aires, Xavier Monge Yoder, sostuvieron que se trató de una reacción a una acción impulsada por el gobierno de Ecuador, quien declaró persona no grata a Gabriel Fuks.
"Salí de Quito hoy al mediodía. Me fui antes de que se cumplieran las 72 horas para no escalar el conflicto. Estoy en Bogotá y seguramente me quedaré mañana también. El domingo o lunes llegaré a la Argentina", precisó el embajador durante la entrevista con NA.
Tras rechazar las acusaciones del Ejecutivo de Ecuador, el diplomático argentino afirmó que no hubo participación de la Argentina para que la exministra de Correa se fugara de la Embajada y apuntó: "Fue una ineficiencia del gobierno de Lasso. Lo que era una crisis diplomática la transformaron en una crisis
absurda con la cantidad de mentiras que inventó el canciller ecuatoriano".
"Hay una moda en la región de entender a la diplomacia como el primer hilo para cortar, cuando en realidad debería ser el último. Está sucediendo con gobiernos muy frágiles como los de Perú y Ecuador. Cuando hay una complejidad en la relación lo primero que se hacen es echar al embajador. La diplomacia se inventó para que sea el último eslabón, incluso para que hasta en conflictos sean mantenidas las relaciones diplomáticas", argumentó.
Además de expresar su enojo con el gobierno ecuatoriano, Fuks apuntó directamente sobre Juan Carlos Holguín: "Es una irresponsabilidad tremenda por parte del canciller, porque le trajo como hecho colateral tener que retirar a su embajador de Buenos Aires. Tira todo por la ventana en vez de buscar una salida diplomática y lo hace con una sarta de mentiras. Han generado una crisis que yo no sé cómo seguirá ni cómo terminará".
En cuanto a las acusaciones de Ecuador sobre haber dado la orden de quitar a un patrullero que se encontraba en la puerta de la sede diplomática para "liberar la zona", explicó: "El auto de la policía ecuatoriana todavía ahí. La mentira de que pedí liberar la Embajada es absurda".
"Hay un policía adentro de la Embajada, pero tenían un auto vigilando la parte exterior. Como nunca se me explicó si era para mi custodia o para qué, pregunté a los funcionarios si ese auto estaba porque un juez lo había ordenado, se entiende que lo preguntaba por la situación de la persona que teníamos asilada, o si estaba para otra cosa. Me dijeron que era para seguridad ciudadana, es decir robos, entonces les dije que no lo dejen en la puerta y lo corrieron 10 metros", detalló.
En esa línea, Fuks arremetió: "La otra mentira que están diciendo es que ella salió en un auto diplomático en medio de un asado con diplomáticos venezolanos. No hubo ningún asado con diplomáticos. Lo único que hubo fue la despedida del coronel [Héctor Darío] Ochoa el pasado viernes, porque el agregado militar que volvía a Buenos Aires después de terminar su gestión. Nada de lo que dicen es cierto".
"Si ella salió en medio de ese asado, salió antes o después, es un problema del patrullero que estaba en la puerta. Un patrullero que además ni siquiera arrancaba porque yo vi cuando lo empujaban. Si la ineficiencia e ineptitud del estado ecuatoriano para custodiar lo que tiene que custodiar la quieren transformar en una guerra verbal con la Argentina es un problema de ellos no nuestro", disparó el jefe de la diplomacia argentina en Quito.
Dentro de la defensa que realizó respecto de su accionar, Fuks sentenció: "A penas cruzó la puerta y atravesó Quito no era mi responsabilidad, nunca lo fue. Duarte no era mi presa, yo no la tenía encarcelada. La tenía asilada por orden del Presidente de la Nación. Es una situación ridícula la que plantean".
"Tienen cero pruebas, todo es un invento y una calumnia. Quieren construir un malo de la película, demonizar a una persona que durante ocho meses ha tenido un gran reconocimiento de parte de todos. No quiero hablar bien de mí, pero fue así. Destacaban que se volvió a abrir la Embajada, que mejoró el intercambio comercial. Quieren presentarme como un oscuro personaje", concluyó.