La concurrencia a las urnas en las elecciones legislativas alcanzó al 71% del padrón nacional y tocó así uno de los niveles más bajos de la última década, a pesar de haber superado por varios puntos a la registrada en las primarias (PASO) de septiembre pasado.

Una vez cerrada la votación, poco después de las 18:00, la Cámara Nacional Electoral informó que el 71% de los 34 millones de ciudadanos habilitados se acercó a las escuelas para sufragar, mientras que el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, confirmó que la participación "fue del 71 o 72%".

Si bien el número preciso puede variar por centésimas, ese nivel de adhesión a los comicios supera el 67% que se registró en las PASO, una participación inusualmente baja que preocupó tanto al oficialismo como a la oposición y los llevó a remarcar el pedido a la ciudadanía para que "vaya a votar".

A pesar de la diferencia positiva que se dio entre las PASO y las generales, de 4 o 5 puntos porcentuales, una participación electoral apenas por encima del 70% sigue siendo baja en comparación con los antecedentes de los últimos, en los que estuvo siempre más cerca del 80% del padrón nacional.

El caso más cercano es el de 2013, cuando votó un 75% de las personas habilitadas en las PASO y 76% en las legislativas generales, con una variación del 1% entre una y otra, pero en adelante la participación siempre fue mayor.

En los comicios presidenciales de 2015 votó el 74,9% del padrón en las PASO y la concurrencia escaló hasta el 81,1% en las generales, mientras que en las legislativas de 2017 fue del 74% en las primarias y 77,6% en las generales.

Por último, en las elecciones de 2019, donde Mauricio Macri buscó su reelección ante Alberto Fernández, la asistencia a las urnas fue del 76,4% en las PASO y del 80,8% en las generales, con poco más de cuatro puntos de diferencia entre una y otra.

Durante la campaña, tanto los candidatos del Frente de Todos como los de Juntos por el Cambio insistieron en pedirle a la ciudadanía que participe del proceso electoral, en la búsqueda no solo de ampliar su propio caudal de votos sino también de contar con un panorama más completo sobre las preferencias y el humor de la sociedad.