La elección dejó al GPS del gobierno recalculando. “Cambios adelante…” dice la tan conocida voz en off. El problema es que este GPS indica dónde estamos, pero no hacia adonde vamos.

El Gobierno lee que el pueblo le dio la espalda, pero no sabe aún por qué. Al respecto hay muchísimas voces que corren al Gobierno por izquierda y por derecha.

Una de las primeras respuestas que habrá que responder es ¿Quién es el Gobierno?

Una vez respondido eso, sabremos quien perdió y por qué. Pero la realidad es que perdió la fórmula CFK-AF completa.

También se sabe que a partir de ahora deberán hacer cambios. La GRAN incógnita es que cuáles. ¿Acelerar o moderarse? ¿Perdieron por haberse corrido al medio o por ser demasiado kirchneristas?

Si uno escucha C5N o lee Página 12 podrá escuchar opiniones alegando que faltó kirchnerismo, que fueron demasiado débiles, que tendrían que haber aniquilado a la oposición, que los medios hegemónicos destruyeron a este Gobierno, que Alberto se debe correr y dejar a Cristina tomar el mando. En el mismo tono algunos exigen que Cristina tenga más protagonismo en la campaña y determine qué cambios deben hacerse en el gabinete.

Muchos de los analistas del otro lado consideran que el pueblo les dio la espalda por ser demasiado Kirchneristas. Citamos algunos ejemplos porque sino necesitamos 4 hojas:

  • Aliarse a Venezuela, Iran, Hamas, Nicaragua y salirse del Grupo de Lima,
  • Intentar digitar la Justicia,
  • La cuarentena eterna,
  • Las más de 113.000 muertes,
  • La quita de co-participación a Larreta para favorecer a su amigo Kicillof,
  • El vacunatorio VIP y la fiesta de Olivos,
  • Promesas incumplidas a los jubilados,
  • Ah, pero Macri…
  • Negarse a la Pfizer por ser una vacuna “imperialista”,
  • La tremenda inseguridad,
  • El cepo a la exportación de carne,
  • Los niños sin escuela,
  • Defender a la maestra adoctrinadora.
  • Etc, etc…

Si el gobierno decide imprimir miles de millones de pesos para que la gente tenga dinero en el bolsillo, causará más populismo aún y se autogenerará un inmenso problema durante los últimos dos años de gobierno.

La impresión monetaria es como el dentífrico. Una vez salido del pomo es imposible volver a meterlo. Con la maquinita pasa lo mismo. Si emiten otro trillón de pesos, generarán un excedente de pesos en la calle que inexorablemente se irá a comprar dólares impulsando una explosión de su valor, generando inflación, retraso del poder adquisitivo, reclamos paritarios y otra vez la misma rueda. 

Recordemos el viejo axioma: Las soluciones de corto plazo, traen problemas en el largo.

La moderación, por otro lado, sería mucho más seria, pero tardaría mucho más en recuperar la economía y, por otro lado, nadie la creería. Se consideraría una moderación falsa por haber perdido las elecciones en vez de un acercamiento real. La oportunidad del “volvimos mejores” se dio hace 2 años y demostraron que no pueden, ni saben, ser mejores… son lo que son y no van a cambiar.

En conclusión, lo único que se espera es mayor impresión, generar un consumo artificial que le explotará a él mismo ya que no son elecciones presidenciales sino de medio término.

¿Arreglarán con el FMI o irán por el famoso “menos FMI y más pueblo”? ¿Qué cambios habrá en el gabinete y quien los dispondrá? ¿Seguirá Alberto Fernandez siendo súbdito de Cristina Kirchner o se liberará endilgándole la derrota? ¿Tomarán la conducción explícita ella y los muchachos de La Cámpora, dejando aún más en ridículo a Alberto Fernandez?

Es sabido que Cristina Kirchner siempre termina redoblando la apuesta. No creo que esta vez sea diferente, pero de hacerlo puede perder aún más votos en Noviembre y, de ser así, podría quedar enterrada políticamente (y judicialmente) para la eternidad.

De dicha reacción, depende el futuro de todo un país.  

* Alejandro Itkin, es analista político y conductor del programa "Estudio Abierto" en Radio Rivadavia.