Los ataques del grupo islámico Hamas en la zona de Gaza, que provocaron más de 100 muertos, llevaron al gobierno argentino a reforzar las medidas de seguridad mientras los argentinos recuerdan los dos atentados sufridos en la década del ´90 en medio del eterno conflicto árabe-israelí.

Los ataques terroristas a la embajada de Israel en 1992 y a la mutual judía AMIA en 1994 dejaron 107 muertos.

El 17 de marzo de 1992 se produjo el atentado contra la sede diplomática de Israel en Buenos Aires: dejó 22 muertos y 242 heridos en pleno centro de la Capital Federal.

Exactamente a las 14.45 una gran explosión, provocada presuntamente por un vehículo con dinamita, demolió el edificio de la embajada, convirtiendo en polvo y escombros lo que eran oficinas y espacios de trabajo.

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El estallido fue tan fuerte que reventó los vidrios de la famosa Torre El Rulero, en la zona de Retiro, a más de 300 metros de lo que fue la embajada.

La masacre se constituyó en el primer atentado terrorista internacional perpetrado contra la Argentina.

Un poco más de 2 años después, un ataque de similares características destruyó la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en la Ciudad de Buenos Aires.

Fue un lunes 18 de julio de 1994. Esta vez asesinando a 85 personas e hiriendo a otras 300.