Las críticas de la vicepresidenta desataron un clima de tensión al interior del Frente de Todos. Tras los cuestionamientos a los movimientos sociales por la administración de los planes sociales, referentes del Movimiento Evita recogieron el guante y salieron al cruce, lo que provocó la dura respuesta de dirigentes que responden a Cristina Fernández de Kirchner. 

A pesar del fuego cruzado, desde ambos sectores intentaron acercar partes a través del diálogo: de un lado del teléfono, el ministro Eduardo "Wado" de Pedro, del riñón de la exmandataria, y del otro, uno de los dirigentes centrales del Evita, Fernando "El Chino" Navarro. El dirigente social compartió también una charla con el jefe de Gabinete de Ministros de la provincia, Martín Insaurralde, funcionario que responde a Axel Kicillof, de excelente relación con Máximo Kirchner y hombre de la vicepresidenta. 

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Fuentes oficiales aseguraron a NA que el diálogo entre las partes "nunca se cortó", pero admiten que las diferencias persisten. A pesar de los retierados intercambios y las líneas de conversación abiertas, la ruptura entre ambas fuerzas parece ser un hecho, aunque hay esfuerzos por aminorar la intensidad de los cruces. 

Sin confirmación oficial, algunos trascendidos indican que hacia finales de semana habría una reunión por el tema, a celebrarse entre el diputado Máximo Kirchner, dirigente nacional de La Cámpora, el ministro De Pedro y Navarro. 

A pesar de esto, desde sectores del kirchnerismo desacreditan la posibilidad de un freno total a los cruces que inició con las duras críticas de la vicepresidenta. “El Estado Nacional debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales. No pueden seguir tercerizadas. El Estado debe tener el monopolio (de las políticas sociales) así como el Estado tiene el monopolio de la fuerza. ¿O se le ocurre a alguien que podemos tercerizar la Policía? ¡No!”, supo disparar la exmandataria durante su discurso en el cierre del plentario de la CTA, junto a Hugo Yasky y a Jorge Ferraresi.

Además, pidió: “El Estado debe recuperar ese rol y transparentar frente a la opinión pública todo esto. A mí no me gusta que me quieran convencer que eso es peronismo. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja. Sobre todo las mujeres, que son la más explotadas, sobre todo las mujeres, que son las más explotadas. Que revuelven y que son las que más las basurean en prácticas misóginas y machistas”.

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Luego de los dichos que adquirieron rápida viralidad, tanto Navarro como Emilio Pérsico salieron al cruce acusando a la vice de haber perdido percepción de la realidad. "Cristina no entiende lo que pasa en los barrios. Hace mucho que no va a un barrio y no sabe lo que es la pobreza”, cargó el secretario de Políticas Parlamentarias.

En la misma línea, Pérsico resaltó: "No creo que sea una buena política desgastar a un Gobierno que vos creaste. No podés, por un problema de que las cosas no salieron como vos querías, bajarte del barco".

La tensión viene de larga data, quizás desde 2017 con la candidatura de Florencio Randazzo, pero en los últimos días sumó una nueva actualización con nuevas críticas de distintos sectores del Frente de Todos. No solo Andrés "El Cuervo" Larroque disparó contra los referentes del Evita sino también lo hizo la diputada del Frente Renovador, Cecilia Moreau, quien definió a Navarro como "un funcionario que no funciona".