El Gobierno de Alberto Fernández se encuentra abocado por estas horas a la organización final de la Cumbre de la CELAC que tendrá lugar el próximo 24 de enero en Buenos Aires, adonde llegarán los principales líderes de la región, en medio de una fuerte polémica con la oposición local.

Este jueves, fuentes de Cancillería confirmaron a NA que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, será de la partida en el hotel Sheraton, donde se desarrollará el encuentro regional.

Esa visita es el principal rechazo de la oposición. Además de una denuncia en la Justicia para que lo detenga al ingresar al país por delitos contra los derechos humanos, el bloque de Juntos por el Cambio presentó en la Cámara de Diputados un proyecto para declarar persona no grata a cualquier "dictador" que pise suelo argentino.

Los cuestionamientos están también sobre el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien también confirmó su asistencia a la reunión en Buenos Aires. El terceros de los apuntados, el mandatario de Nicaragüa, Daniel Ortega, no será de la partida.

"Si Nicolás Maduro viene a la Argentina, debe ser detenido de manera inmediata por haber cometido crímenes de lesa humanidad. Tal como ocurrió con Pinochet en Londres, en 1998. La Justicia debe actuar en resguardo de la vigencia universal de los derechos humanos", resaltó la presidenta del PRO, Patricia Bullrich en su cuenta de la red social Twitter.

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El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por su parte, se reunirá mañana con referentes de la comunidad venezolana para analizar la situación y expresar también su rechazo a la llegada de Maduro.

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En ese marco de críticas, el Gobierno buscará que la Cumbre de la CELAC, que marcará el final de la presidencia pro témpora de Fernández y dará comienzo a un nuevo mandato, no se vea opacada por el rechazo de la oposición local.