El gobierno de Javier Milei sigue de cerca los detalles judiciales de la causa contra el expresidente Alberto Fernández y su impacto directo en el peronismo que se muestra en crisis y “atomizado”. Ante este escenario, evitan actos masivos y grandes anuncios para que la agenda mediática continúe monopolizada por el ex mandatario.

“Nunca interrumpas a tu enemigo mientras se está equivocando”, repite más de un funcionario y alfil del Gobierno al respecto. La frase atribuida a Napoleón Bonaparte grafica la tensa calma adoptada por los libertarios que de no ser protagonistas hasta que las denuncias de la ex Primera Dama Fabiola Yáñez y los chats del teléfono del exmandatario pasen a segundo plano.

Mientras tanto, en post de mantener el perfil bajo desde Casa Rosada suspenden agenda con la intención de mantener el tema en boga. 

Por eso, casi sobre la fecha, Karina Milei optó por posponer el acto del espacio previsto para el 20 de agosto en la Ciudad de La Plata que terminaría de impulsar la personería jurídica de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.

Finalmente, el evento se realizará a mediados de septiembre en el Estadio Atenas, ubicado en calle 13 entre 58 y 59 de la ciudad de las diagonales, y contará con la asistencia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el sector de legisladores del PRO que arrastra. 

“No hay clima”, reveló ante la agencia Noticias Argentinas uno de los armadores en territorio bonaerense, quien detalló que la idea era emular el acto que tuvo lugar el 23 de mayo en el Luna Park.

Con el peronismo en el centro mediático, la estrategia es mantener la discreción e retrasar el impulso de José Luis Espert en la carrera electoral de cara a las elecciones legislativas de 2025.

La “atomización” del peronismo y la capitalización de las diferencias

Por los pasillos de Balcarce 50 consideran que el impacto de la causa de violencia de género y las irregularidades en la contratación de los seguros que involucra a Alberto Fernández perjudica de forma directa al peronismo. Por eso, apuestan a capitalizar la bronca del espacio no solo de la base sino de los dirigentes que quieran despegarse del ala progre.

Según precisaron, uno de los escenarios políticos, el más viable, es que las consecuencias del accionar del extitular del Partido Justicialista (PJ) de pie a “la atomización del espacio”, y facilite una subdivisión del partido en el que los dirigentes peronistas disidentes tomen nuevos rumbos.

"Esperemos que los que se sientan insatisfechos con el kirchnerismo, tomen esta oportunidad para escindirse”, señalaron respecto del camino que predica Cristina Kirchner.

Tampoco descartan que la magnitud del daño sea tal que condene al peronismo “al ostracismo por lo menos por 10 años”.

Para varios representantes del Poder Ejecutivo, Alberto Fernández es “el fiel representante de las ideas del kirchnerismo”, y encarna al “porteño progresista", todo lo que apuntan a combatir a través de la batalla culturar que vienen librando desde el 10 de diciembre de 2023.

“El peronismo del interior que no tiene nada que ver con Alberto Fernández y Cristina Kirchner”, destacó una alta fuente ante esta agencia al tiempo que precisó que en la actualidad “el kirchnerismo es una mancha venenosa”, que con el correr de las jornadas ese fenómeno “va a profundizar ese fenómeno”.

El panorama electoral -precipitado, pero en mente- es favorable: "Hoy no hay oposición, y si todo sigue así, en 2027 van a haber varios candidatos, pero ninguno va a traccionar. La que tenía un 30 o 35% era Cristina (Kirchner) y ella no juega más", subrayó además. 

En las vísperas de las elecciones legislativas, el oficialismo trabaja en absorber a uno de sus principales aliados, el PRO. A pesar de la orden directa de Javier Milei de preservar el vínculo y de cuidar las formas, el entorno libertario no está dispuesto a “regalar nada” ni a compartir el podio en un potencial triunfo. 

La intención es abonar a la consolidación de un sistema bipartidista que enfrente al peronismo, de un lado, y a La Libertad Avanza, del otro. “Nos conviene representar al 56% de los argentinos que está del otro lado del Rubicón. Si hace falta el PRO, el radicalismo, es discutible, pero solo porque somos buenos no porque haya necesidad”, plantearon desde el círculo rojo del Presidente.