El Gobierno nacional busca descentralizar la actividad concentrada en la estructura de la Jefatura de Gabinete, y trabaja en aplicar cambios en las dependencias, secretarías y empresas públicas que se encuentran bajo la órbita del flamante titular de ministros, Guillermo Francos. 

Según revelaron quienes maduraron junto al presidente Javier Milei la decisión de correr del cargo a Nicolás Posse, el área concentra "demasiado dentro de su competencia", por lo que apuestan a delegar en los ministerios

“La jefatura centraliza demasiado dentro de su competencia, por lo que se genera un cuello de botella que entorpece la gestión”, admitió ante la agencia Noticias Argentinas uno de los colaboradores del mandatario. 

A raíz de la asunción de Francos, la idea de la administración libertaria es “devolver a los distintos ministerios” atribuciones absorbidas por el organismo, y en ese mismo camino, realizar una revisión de la composición de los directorios y de los lineamientos que adoptarán las empresas públicas y las sociedades del Estado.

El único que cuenta con el visto bueno del Presidente es José Rolandi, el secretario Ejecutivo de Gobierno de la Jefatura de Gabinete, quien instrumenta los aspectos técnicos de los proyectos de ley. “El Presidente considera que Rolandi hace un gran trabajo y es el responsable de la media sanción (de la Ley Bases)”, definieron. 

En la actualidad, la Jefatura de Gabinete concentra ocho secretarías, algo que en el Gobierno consideran que desborda a cualquiera que asuma. 

"Nicolás Posse se sobrecargó de tareas y cuando uno hace eso es muy difícil atenderlas todas", admitió Francos al tiempo que dejó en claro que el jefe de Gabinete “no puede asumir tareas que corresponden a los ministerios”.

El objetivo es descentralizar las dependencias para que el ex representante de la Argentina ante el Banco Interamericano de Desarrollo durante el gobierno de Alberto Fernández se concentre en las tareas políticas, pata que le faltó a Posse, y evaluar toda la estructura de la Jefatura. “Hay un montón de competencias que hay que sacarse de encima para que tenga más tareas de políticas y menos de gestión”, explicó a esta agencia una importante fuente de Gobierno.

“Toda la estructura de jefatura se van a evaluar. Francos tiene que armar su propio equipo”, sostuvo además respecto a los pasos a seguir tras la salida del ingeniero.

La precipitada salida de Posse

Si bien la recisión de Posse era un secreto a voces, la repentina decisión buscó clarificar la situación interna de cara a la sociedad. “No queríamos seguir generando incertidumbre. Nos pareció más sano para el país terminar con la incertidumbre que generaba”, sostuvieron. 

Al extitular de ministros le cuestionan “no haber interpretado correctamente la visión” del Presidente. 

Según revelaron, no se trató de mala voluntad sino de “desconocimiento” de las funciones, por lo que en esta segunda etapa, trabajarán para darle “una nueva impronta a la jefatura”

Con los últimos cambios, el Ministerio del Interior quedó reducido a secretaría y dependerá del nuevo ministro coordinador por lo que son siete los ministerios vigentes a la espera de la incorporación de Federico Sturzenegger al Gabinete, a quien premiarán con una nueva cartera -aún en preparación- abocado a la reforma del Estado y la desregulación económica.