Los camaristas de Casación Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, cuestionados por sus reuniones con el ex presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada y la Quinta de Olivos, fueron designados para intervenir en la “Causa Puf Puf”, una denuncia del fiscal Carlos Stornelli sobre un presunto complot para derribar la investigación sobre los cuadernos en los que supuestamente el chofer Oscar Centeno registró casos de corrupción durante el gobierno 2003-2015.

En la Causa Puf Puf aparecen como imputados, entre otros, el diputado oficialista Eduardo Valdés y el juez Juan María Ramos Padilla, padre del ex juez de Dolores e instructor de las denuncias contra el fiscal Stornelli, Alejo Ramos Padilla. La causa está virtualmente empantanada, pero en el recorrido judicial, al llegar a la Cámara de Casación le tocó intervenir a un tribunal integrado por los jueces Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Liliana Catucci.

Ramos Padilla padre recusó a Riggi, quien rechazó el planteo pero igualmente se excusó de seguir interviniendo por “razones de decoro”, en tanto que Catucci se jubiló al llegar a los 75 años de edad. Así, la Casación debió nombrar a dos jueces subrogantes, y la decisión recayó en Hornos y Borinsky, a quienes inmediatamente Ramos Padilla recusó por “temor de parcialidad”, justificado en las reuniones ocultas con Macri. Pero las recusaciones fueron rechazadas porque, según el juez Gemignani, “se basan en expresiones imprecisas y conjeturales”.

“El requerimiento de desplazamiento de los jueces de una causa no puede, válida y legítimamente,  sustentarse en esa clase de hipótesis especulativas, sin mengua de la garantía del juez natural inherente al debido proceso legal”.

“En el caso no se vislumbra, de ningún modo, la concurrencia de alguno de los presupuestos tenidos en cuenta por nuestra Corte Suprema”, sostuvo el juez al rechazar el pedido de apartamiento. Así, Hornos y Borinsky quedaron confirmados para intervenir en el expediente.