De una vez por todas
Durante esta pandemia hubo dos hechos que como pocas veces en nuestra historia desnudaron los privilegios de algunos políticos argentinos: los escándalos conocidos como "Vacunatorio VIP" y "Olivos-Gate", planteó el autor.
Traigo a colación esta frase, "de una vez por todas", porque la sociedad argentina ha llegado a un punto de inflexión: estamos cansados de que se nos burlen en la cara.
Durante esta pandemia hubo dos hitos que quebraron la relación entre una parte de "la política" y la sociedad. Dos hechos que como pocas veces en nuestra historia desnudaron los privilegios de algunos políticos argentinos: los escándalos conocidos como "Vacunatorio VIP" y "Olivos-Gate".
Quienes se llenaban la boca hablando en nombre del pueblo, de trabajar por y para los más vulnerables, quedaron expuestos como los chantas que son.
En lo personal no quise quedarme sólo enojado. No alcanza con putear ante la tele o por las redes. Es por eso que junto a mi equipo formulamos las denuncias penales por estos temas que hoy tienen imputados a Alberto Fernández, a Ginés González García y a tantos otros.
Decidimos llevar el compromiso con la defensa de la transparencia y la lucha anticorrupción un paso más allá. Gracias a esas denuncias el Gobierno y sus amigos deben dar cuenta de la estafa realizada contra el pueblo argentino.
El otro día mientras llevábamos adelante una actividad titulada, "Debato lo que sea con quien sea", que provocó todo tipo de charlas interesantes, surgió una charla con un señor que me dijo, "Yamil, en Argentina no hay forma de hacerse millonario, de ser exitoso, cumpliendo con todas las reglas, haciendo las cosas bien".
Si bien hay honrosas excepciones, los políticos argentinos han hecho grandes esfuerzos por castigar al exitoso, por sancionar al que progresa, y en nombre del progresismo han generado un sistema frustrante, criminal, que obliga a la evasión o la elusión fiscal, que destruye el ingreso por igual de empresarios y trabajadores, que expulsa a nuestros hijos del país.
El sistema basado en la envidia ha fracasado, Argentina debe cambiar, de una vez por todas. Cambiar no es reemplazar la administración de un modelo fracaso. Cambiar es dejar atrás las ideas y políticas públicas que nos han llevado de ser una de las primeras potencias mundiales a ser un país pobre.
No hay nada que nos condene al fracaso salvo nuestras propias malas decisiones y eso lo podemos corregir en las urnas. Votando a la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, podemos cambiar las cosas de una vez por todas.
Estamos a dos semanas de las elecciones generales y es hora de mostrar ese hartazgo y la esperanza de que un país mejor y distinto es posible. El lugar para hacerlo es en las urnas, ahí se define no sólo si decimos "basta", sino si empezamos a construir el país que queremos los argentinos.
Podemos, al corto plazo, ponerle un freno al kirchnerismo alcanzando los 120 diputados nacionales para ponerles un freno, para sacarle la presidencia de la Cámara de Diputados a Sergio Massa, así no nos imponen la agenda y así evitamos que cometan locuras hacia el 2023.
Podemos además sacarle el quórum a Cristina Kirchner en el Senado nacional sumando más senadores. Pero no quiero que nos quedemos solo con el enojo.
En esta elección se define también cómo vamos a recibir las cosas en 2023. Los liberales que nos hemos incorporado a la coalición, junto con otros actores de la fuerza, entendemos que antes de discutir candidaturas presidenciales debemos debatir el "para qué" queremos el poder.
Es decir, debemos tener en claro qué va a hacer la coalición republicana cuando nos toque ser Gobierno en 2023. Lo que me reconforta es saber que personas como Ricardo López Murphy tienen esta meta como un objetivo central de trabajo a partir del 15 de noviembre de este año. Que antes que las personas, el verdadero candidato sea el programa, el proyecto, que nos permita cambiar a la Argentina "de una vez por todas".
Este 14 de noviembre la sociedad argentina puede decidir de una vez por todas acabar con el kirchnerismo. Acabar con quienes degradan a la política y nos siguen hundiendo cada vez más en problemas evitables. Tenemos la posibilidad de dar vuelta la página y empezar a construir una nueva Argentina, en donde el trabajo sea el motor del ascenso social, donde prime el mérito, donde el esfuerzo valga, donde se respeten los derechos de quien cada mañana se levanta y hace un país mejor estudiando, laburando o invirtiendo.
La diferencia en esta elección, para que le demos una genuina paliza electoral, no la vamos a hacer los candidatos o los políticos. La vas a hacer vos. No es una exageración. La única forma de que cambiemos la historia es si nos comprometemos un poco más que lo que hicimos para las PASO. Yendo a votar, acompañando a quien lo necesite, fiscalizando. Compartiendo tu testimonio de por qué vas a votar por una opción republicana, convenciendo a indecisos, asegurándote que todos los que conozcas vayan a votar.
En síntesis, está todo dado para que Argentina inicie una nueva etapa histórica, que le ponga un freno a la decadencia y que nos encarrile en la senda posible para liberar todo el potencial que tenemos. Participá, sos imprescindible para que cambiemos Juntos este país de una vez por todas.
(*) - Yamil Santoro es abogado, liberal y candidato a legislador de la ciudad de Buenos Aires por Juntos por el Cambio.