Hicimos una gran elección teniendo en cuenta de donde venimos. La remontamos. Hubo en general un voto de respaldo al Gobierno pese a que no nos dio el tiempo para darlo vuelta. Yo siento que de alguna manera lo que en agosto ocurrió es que la gente estaba todavía está sin sentir la recuperación de la post pandemia, con toda la angustia que implicó las medidas de aislamiento.

Las medidas económicas todavía no se notaron tanto en la elección. Pero se vio que se están tomando medidas. No sé si el tema de los precios recuperó el poder adquisitivo del salario. Está claro que eso todavía no ocurrió. Pero se ve que claramente estamos ocupándonos del tema.

Se mostró otra actitud. En el caso de la provincia de Buenos Aires, Axel (Kicillof) y los intendentes estuvieron poniendo todo, inclusive los de la oposición. Se llevó la situación. No hubo un desborde como se anunciaba porque todo el esfuerzo estuvo con los intendentes.

Hay gente que todavía está triste, enojada, con vértigo por lo que nos pasó. Venimos de cuatro años de macrismo y dos años de pandemia que nos hicieron pelota en todo sentido, pasando por lo psicológico, lo económico, lo laboral, lo emocional, encerrados, con los medios de comunicación lavándonos el cerebro.

Lo veo con mi familia. Recién ahora están empezando a entender. Fue muy fuerte lo que nos pasó y recién ahora estamos empezando a recuperar un poco más de la normalidad. Imaginaste si en medio de eso perdiste el laburo, estuviste encerrado con los chicos, o cerraste el negocio. Por más esfuerzo que haga el Estado, vas a estar mal económicamente. Recién ahora nos estamos estabilizando un poco más.

Así y todo en la provincia logramos achicar la diferencia. Aumentó un poco la participación respecto a la PASO pero no hubo la participación que hay históricamente en términos legislativos. En la provincia fue 15 a 15 en cantidad de diputados. Y para Axel es muy importante haber recuperado el Senado porque le va a permitir muchas leyes para la gestión pospandémica que hasta ahora no había podido hacer. También para buscar la salida de (Julio) Conte Grand (el Procurador General bonaerense).

Tuvimos unos días convulsionados en aquel momento post PASO que en definitiva nos vinieron muy bien. No solamente la carta de Cristina y otras cosas que pasaron sino el debate que se abrió internamente. Lo cierto es que lo que no podíamos hacer era hacer de cuenta que no pasó nada, como hacía Macri. El reacomodamiento que hubo, el tirón de orejas que la gente nos dio, entender lo qué había suscitado la pandemia.

Es cierto que la foto de los búnkers (con todas las fuerzas políticas festejando y anotándose un triunfo electoral) es una foto atípica. No está mal porque en un momento tan delicado en el humor social, el tema del arreglo del Fondo lo tenemos que encarar entre todos. No puede ser que miren para otro lado. Ellos tomaron la deuda, nos dejaron como nos dejaron. Macri confesó que la deuda era para pagar su segunda gestión y que se la llevaron los bancos amigos de él. Se tienen que hacer cargo.

Esto de que no hay derrotados, vencidos, ganadores y superganadores viene bien para buscar en el Congreso los consensos que la etapa que viene requiere. Nos podemos encontrar o no, pero hubiera sido un desastre si nosotros no remontábamos la elección, ya que lo que se planteaba discutir desde los grupos financieros, mediáticos y desde el macrismo era la transición institucional. El equilibrio de fuerzas está bien que ocurra. Después hubo imágenes terribles en el búnker de Milei que nos asustan y que nos tiene que llamar a la reflexión. Es una cosa desquiciada. Van a entrar al Congreso y es un tema.