La bitácora de vuelo registra demasiadas frustraciones en millones de argentinos. No está en duda la institucionalidad, pero sí ha caído en picada la credibilidad en las principales alianzas políticas oficialistas y opositoras.  

Solo asoman los fanáticos con discursos tremendistas y acusatorios de ambos lados. Y la ciudadanía está realmente harta que no le den soluciones. 

El argentino ha crecido y evolucionado mucho más rápido que la dirigencia política, que pretende con medicina repetida cambiar un resultado que se sabe de antemano y con creces, va a llevarnos a otro fracaso. 

Esta profunda miopía es la que va a ser la sorprendente respuesta en los comicios de noviembre. Tras la sangría de las Paso (?)  y la confección de las listas, las Traiciones estarán a la orden del día.  

Sera parejito para la dos grandes alianzas. 

El Frente de Todos (o de algunos pocos) es manejado por completo desde Rodriguez Peña 80. SI, el Instituto Patria. 

Uno puede escuchar allí: “Para las elecciones, vos vas a ocupar este cargo…; vos vas a llevar  esta asunto en comisión en Diputados que tenemos que sacar estos proyectos..; vos ocúpate de la otra comisión en el Senado que hay que impulsar urgente las reformas…; y de la Campaña? Esten encima de eso. Nosotros definimos...;  y encárguense ustedes de estos gobernadores que siempre dicen que están con nosotros y después nos traicionan…; armen un grupo que siempre se junten con intendentes que esos también son bastantes resbaladizos…”. 

Como soldados prusianos los cuadros militantes de La Campora cumplen las ordenes. 

Y también las cumplen algunos dirigentes políticos, nacionales, provinciales o municipales, que creen gozar de las bondades de la proximidad. 

Que ingenuos. 

Los únicos que tienen asegurado  el calor de ese núcleo de poder son “los pibes (y algunos no tanto) de La Campora, un espacio en donde existe también fuertes cuestionamientos  por la inflexibilidad de varias decisiones.  

Lo demuestran algunos hechos:  Quienes se atrevieron a poner en duda la cadena de mandos o cuestionar mecanismos políticos, fueron eyectados directamente de la agrupación y hasta de mesas de conducción.  

“O sos leal, o sos traidor”, rige como consigna no escrita para todos sus miembros. 

Hoy, con esta consigna muy marcada, algunos prominentes miembros camporistas solo se atreven a formular cuestionamientos en mesas muy chicas y pidiendo estricta reserva. Que existen estas reuniones, claro que sí. Obviamente son y serán negadas rotundamente. Es más, hablan con varios periodistas que son detestados en el Patria, pero les piden que nunca digan que hablan con ellos. “Me echan del laburo”, decía uno de ellos que trabaja en el Estado. 

Tenemos compañeros en todos lados. En todos los organismos. Manejamos todo. Y encima lijamos al Presidente y ministros. No podemos ignorar a miembros de nuestra alianza. Solo dejarles espacios menores. Hay que tener cuidado que la gente nos saque la amarilla en las elecciones que vienen y la roja en el 2023. Los gobernadores entienden de gobernabilidad más que nosotros, ni que decir los intendentes. Y cuando ellos empiezan a palpar  que tienen amenazado su mandato territorial o le metemos alguna colectora, pegan el salto. Olvidate. Se juntan entre ellos y nos traicionan. Se lo hicieron a Néstor, ¿cómo no lo van a hacer a nosotros. Y ahora los ves defendiendo al Frente de Todos ¿Y a quien vamos a culpar?”, reflexionaba un curtido militante. 

No dejó de poner sobre la mesa el riesgo muy latente que genera una agrupación que ya se está gestando entre varios políticos, la mayoría peronista pero no fundamentalistas y abiertos a acordar puntos básicos con otras fuerzas, con caras conocidas, respetados economistas que no tienen mala imagen, y junto a gobernadores e intendentes. 

“Si pasa eso, puede darse un batacazo por las perspectivas para el 2023. No necesariamente esa nueva agrupación tendrían que ganar en estas elecciones de medio término. Pero si llegan a capitalizar el voto castigo de la gente que ya está cansada y quiere (como dicen) jubilar a Macri y a Cristina, y alcanzan un significativo caudal de votos, preparate para una etapa con muchos menos poder de los pibes. Por eso Máximo, está tratando de juntarse con la mayor cantidad de dirigentes, porque ya empezó a sentir la traición”, explicaba el militante. 

Reconocía que en varias oportunidades Cristina discute fuerte con Máximo sobre el tema de las lealtades.  “El se para muchas veces de mano. Acaloradas discusiones. Pero la última palabra, la tiene... Obvio, ni hace falta mencionar quién”. 

Otro militante camporista que se sumó a último momento a la conversación enfatizaba: “Decí que la oposición no puede ni siquiera definir quién es su Jefe. Que Macri habla y reparte candidaturas como si fuera el mandamás. Vos Vidal a Provincia, vos a Capital... Y recordá que cuando estuvo hace poco tiempo en Córdoba presentando su libro, ungió como candidato en estas elecciones y para gobernador en el 2023, a su ministro de Turismo Gustavo Santos. No le importo (Mario) Negri. De ahí para abajo, cualquier cosa puede pasar con Juntos por el Cambio. Perdoná, el Pro. A Macri no le importa los radicales”. 

Cuando me di cuenta que querían terminar este fugaz encuentro les pregunté si me podían dar algunos lineamientos estratégicos de campaña o de Gobierno, me miraron y me dijeron:  “Vamos por todo y Nunca nos vimos”.

Continuará...

Juan Tamayo es periodista