El destituido ex juez de la investigación por el atentado contra la AMIA Juan José Galeano defendió hoy ante la Cámara de Casación su gestión al frente de la causa: “hice el mejor trabajo que podía hacer con los recursos que tenía”.

“No sabía nada de terrorismo”, reconoció el ex juez, condenado a seis años de prisión en febrero de 2019 y destituido del cargo por mal desempeño, justamente en la Causa AMIA, en 2005.

Sin embargo, el relato de otros imputados contradijo esa autopercepción positiva que mostró sobre su desempeño.

El abogado Víctor Stinfale, quien resultó absuelto en el juicio oral en el que Galeano fue condenado, recordó que hablar con el ex magistrado “era hablar con Dios”.

Por su parte Ana Boragni, la ex esposa del desarmador de autos y hoy abogado Carlos Telleldín y condenado a tres años y medio de prisión, contó por primera vez una situación desconocida.

La ex esposa de Telleldín recordó que cuando le pagaron a su marido 400 mil dólares a cambio de que, supuestamente, modificara su versión de los hechos e incriminara en la voladura de la mutual judía a policías bonaerenses estaban presente, además de Galeano, los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, así como el entonces ministro del Interior Carlos Corach.

Todos los imputados en esta causa están sospechados de haber encubierto una línea de investigación que podía conducir a una hipótesis diferente de la instalada en el expediente sobre la autoría de iraníes.

En ese contexto se produjo un pago de 400 mil dólares a Telleldín para que cambiara su relato de lo ocurrido con la camioneta presuntamente utilizada como coche-bomba.

Todos los imputados declararon hoy por Zoom ante la Sala Segunda de la Cámara de Casación Penal integrada por los jueces Ángela Ledesma, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques, aunque sólo fue este último el encargado de formular las preguntas.

Mahiques también anunció cuando terminó la audiencia de hoy, establecida esencialmente para que los jueces conocieran personalmente (“de visu”) a los imputados: “en breve vamos a resolver”.

Mahiques destacó que quería darle a la audiencia un matiz “humano” y sus preguntas apuntaron a vivencias personales, clima de época y cierta empatía con los acusados.

“Hay gente muy joven q puede aprender de su experiencia”, “¿cuáles eran las presiones q sufría un juez en ese momento?”, ¿recibió ayuda terapéutica cuando era juez de la causa Amia?”, “¿Cómo funcionaba la cabeza de un juez de 35 años y con solo un año de antigüedad en el cargo?”, ¿Cree que los déficit del sistema contribuyeron a la respuesta judicial que se obtuvo?”, le preguntó Mahiques a Galeano.

A Stinfale le pidió que describiera “el clima de época que atravesó la causa en los años en que se desempeñó. (…)  Desde el punto de vista sociológico o el que usted quiera”.

El abogado de la agrupación querellante Memoria Activa, Rodrigo Borda, se mostró “impresionado con la actuación del juez Mahiques en la audiencia. Más que preguntas, hizo afirmaciones que sugerían la ausencia de responsabilidad de los acusados”.

“Lo que más me impresionó es cuando le pidió a Galeano, Mullen y Barbaccia que le hablaran a los jóvenes empleados judiciales que estaban presenciando la audiencia porque lo que ellos dijeran 'sería de gran valor para ellos’. Me pareció una verdadera falta de respeto a las víctimas del atentado terrorista encubierto y a sus familiares", embistió.

El ex juez y los ex fiscales, recordó Borda, “tenían cámaras ocultas en sus oficinas con las que filmaban a escondidas a abogados, imputados y testigos, con fines aviesos".

Parco, otro de los imputados, el ex agente de inteligencia Patricio Finnen, respondió con un escueto “no” cuando Mahiques le pidió: “¿quiere quiere contarnos lo que vivió durante el curso de la causa Amia?”.

Finnen está procesado por “privación ilegal de la libertad agravada, por mediar violencia o amenazas reiterada,  imposición de tormentos en forma reiterada, homicidio doblemente agravado y sustracción, retención u ocultamiento de menor de 10 años” cometidos durante la última dictadura.

El ex titular de la DAIA Rubén Beraja recordó que cuando se produjo el atentado contra la AMIA a comunidad judía que él representaba dudaba sobre lo que ocurriría con la investigación.

“¿Tiene alguna impresión personal de la época, alguna circunstancia de ese momento que quiera hacernos conocer? (…)  Sobre los déficit de las políticas públicas del estado en relación a los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA ¿cuál es su opinión sobre lo que debería haberse hecho y no se hizo?”, le preguntó el juez Mahiques.

Beraja respondió: “nos preguntábamos si Argentina estaba dispuesta a investigar el atentado”.

Telleldín repasó su vida desde el atentado hasta hoy (estuvo más de una década preso) y se ufanó de que le “ha ido bien como abogado”.

“Tengo 340 causa y hasta ahora no hemos tenido denuncias ante el Colegio de Abogados. Hemos tratado de ser lo más serios posible”, subrayó.

Los ex fiscales Mullen y Barbaccia también reseñaron sus vidas tras dejar el Poder Judicial.

Barbaccia explicó que está casado con una actual directora del Banco Central y participa “en un proyecto de capacitación de fiscales en sistema acusatorio financiado por el Reino Unido y bajo las órdenes de (el jurista y catedrático) Martín Bohmer”.

A Mullen, el presidente del tribunal le recordó que cuando se inició la investigación por el atentado “usted era demasiado joven” y le preguntó si “estaba preparada su fiscalía o la Unidad AMIA para investigar la causa”.

“¿Tenían recursos?, ¿cómo incidió eso en el resultado?", insistió.