El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, volvió a marcarle la cancha al presidente Alberto Fernández en medio de la furiosa interna que mantiene el presidente con Cristina Kirchner luego de firmarse el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Este martes durante una entrevista televisiva, alertó que la situación social “no da para más” en el conurbano y horas después salió a profundizar sus dichos.

“Es un momento en el que hay que adoptar medidas muy decididas, medidas excepcionales y no hay que tener miedo de hacerlo”, aseguró esta mañana el mandatario bonaerense en declaraciones radiales. Recordó que la Primavera árabe empezó con un aumento del precio del pan y aunque evitó responder si el mensaje estaba dirigido al jefe de Estado, deslizó: “No tenemos que tener miedo a enfrentar intereses de ciertos sectores”.

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“En realidad yo, en un mensaje al FMI, decía que no es momento de ajustes y la propia Kristalina Georgieva advertía sobre la situación alimentaria. Quienes tenemos responsabilidades de dirigencia no tenemos que tener miedo de enfrentar a intereses”, indicó Kicillof.

En ese marco, consideró que "después de cuatro años de macrismo, dos años de pandemia, de 6 años muy complicados para los sectores populares, hay que fortalecer todas las medidas de cuidado del bolsillo y mejoras de los ingresos”

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“Creo que estamos en un momento delicado y los que tenemos responsabilidades de dirigencia no tenemos que tener miedo de enfrentar ciertos intereses; no nos estamos metiéndonos con la rentabilidad de un negocio normal o con su crecimiento, pero de ahí a que quieran traducir los precios de guerra a las góndolas, eso no corresponde y hay que estar alertas”, añadió el exministro de Economía.

En el último tramo de la entrevista, el gobernador ratificó la necesidad prioritaria de trabajar sobre la cadena de formación de precios y de valor. “Acá hay millones de personas de un lado que tienen dificultades, que se encuentran con aumentos y a veces completamente injustificados. El productor y el consumidor, las dos puntas de la cadena, son las que más sufren y los intermediarios a veces por cuestiones especulativas o por más espalda financiera, se apropian de la rentabilidad”.