El presidente Alberto Fernández reveló que le pidió a su sucesor Javier Milei "bajar los decibeles de la confrontación política" durante su reunión de traspaso de mando coordinado para el 10 de diciembre. 

Para el jefe de Estado, el intercambio fue institucional y expeditivo, marcado por una charla cordial en la que los dos referentes se pudieron escuchar.

"Lo primero, y se lo dije a Milei, es que tenemos que bajar los decibeles de la confrontación interna, tenemos que recuperar la convivencia democrática, es decir, respetar que otro piense de otro modo", remarcó en una entrevista que brindó a El País.

En la misma línea, subrayó: "Eso no quiere decir que nos tengamos que quedar callados porque ahora ganó el opositor". 

El Presidente que deberá deshabitar la quinta de Olivos en tres semanas, contó que Milei "entiende que todo el problema se concentra en el déficit fiscal, que hay que bajarlo drásticamente, que para eso hay que dejar de hacer obra pública, de invertir en educación y en salud y, si no alcanza el dinero, hay que vender las empresas del Estado".

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"Esto es menemismo puro. Él reivindica mucho a [Carlos] Menem. Nosotros ese tiempo ya lo hemos vivido y las consecuencias no fueron buenas", subrayó.

Consultado respecto al respaldo popular a las recetas aplicadas en los años '90, Alberto Fernández lo atribuyó al proceso inflacionario del país "lastima el bolsillo y enoja mucho", y se mostró comprensivo con el voto. "Puedo entender que mucha gente, en ese enojo, votase lo contrario a los que estaba sin entender qué significaba", sostuvo.

"Este presente es muy difícil. La Argentina este año perdió 23.000 millones de dólares como consecuencia de la sequía. Los precios en la Argentina se vinculan al dólar y si faltan dólares eso se traslada a los precios de todos los bienes y servicios. El proceso inflacionario es muy nefasto", explicó sobre el enojo de la población al tiempo que responsabilizó a la sequía por la falta de dólares.

Por otra parte, opinó del acuerdo entre el fundador de La Libertad Avanza y el expresidente Mauricio Macri: "Macri verifica una vez más que es un caradura. Debería llamarse a silencio. Su honestidad en este mismo despacho la puedo poner en tela de juicio por muchas cosas y estoy esperando que responda ante la Justicia por varias causas por las que la justicia todavía no lo citó".

El mandatario contó sus planes a futuro entre los que evalúa viajar a España a dar clases y confirmó que continuará formando parte del debate interno del peronismo. 

"Me parece que está bien que tome distancia. Felipe González decía que los expresidentes somos floreros chinos, porque somos valiosos pero no saben adonde meternos", afirmó, concluyó: "Hay que dejar que el que llega pueda trabajar sin tener eso que uno tuvo desde el primer día, que fue el acoso permanente de no dejarnos hacer".