La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) celebró su 61 aniversario de su creación en una cena que lo tuvo a su presidente, Martín Etchevers, sobre el escenario y desde donde destacó el rol de la prensa ante una sociedad democrática, al mismo tiempo que le dio la bienvenida al nuevo gobierno de Javier Milei.

“La prensa argentina en toda su diversidad –editorial, federal y de tamaño– y Adepa en particular, están fuertemente identificadas con dos conceptos que los argentinos tenemos a flor de piel en estos días: la democracia y la república”, dijo.

“La democracia, que es mucho más que una elección, encuentra en esta su base instrumental de legitimación. Acabamos de vivir un proceso electoral cuya legitimidad y transparencia fue reconocida por todos: una vez más, es la expresión de uno de los contados consensos que los argentinos podemos acreditar en estos 40 años de democracia”, continuó.

Por su parte, saludó a todas las autoridades electas en los últimos comicios: “Gran parte del mapa político del país ha visto crecer la alternancia, que es uno de los valores centrales de las democracias sanas y fuertes”.

"La sana tensión entre periodismo y poder es inherente al rol de la prensa en la democracia. El día que no exista, entonces probablemente alguno no estará cumpliendo bien su función. El periodismo, y las empresas periodísticas como organizaciones que le dan sustento y permanencia, tenemos un papel en ese debate público”, remarcó Etchevers.

También, dijo: “El mundo occidental, democrático y capitalista se planta hoy ante el dilema del debilitamiento económico del periodismo y lo ve como una amenaza clara a la plena vigencia de la democracia liberal”.

“Países y organismos supranacionales, coinciden en que fortalecer la industria periodística con marcos objetivos y universales, que no condicionen la línea editorial de los medios, no estén sujetos a criterios discrecionales ni mucho menos a premios y castigos, son herramientas legítimas y necesarias para favorecer la sostenibilidad de una industria periodística que ha visto declinar sus fuentes de ingresos a expensas de gigantes tecnológicos globales que no producen contenidos ni invierten en periodistas, pero se sirven de su trabajo cada vez más, sin brindarles una compensación justa por ese beneficio que obtienen”, añadió.

Hacer periodismo profesional es costoso. Y tratar de hacer el mejor periodismo es más caro aún. Lo que está en juego es mucho más que la vigencia de una actividad privada, como lo somos. Es la sostenibilidad de una herramienta de raigambre constitucional constitutiva de la democracia. Lo ha dicho la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema: el Estado no puede desentenderse de la viabilidad de la prensa”, remarcó.

A su vez, el presidente de Adepa dijo sobre la pauta oficial: “La publicidad oficial no puede ser ni un subsidio ni un beneficio. Mucho menos un premio o un castigo. Y si hubiera casos en que lo fuera, deben ser corregidos”.