A nadie tiene que asombrarle lo que sucedió entre Verbitsky y Gines, en un Kishnerato que durante 20 años no ha hecho más que mostrarnos con desenfado la corrupción y los privilegios a todo aquel que se acerque a su graciosa majestad: parece una nimiedad preocuparnos por un pinchazo más o menos.

Hace un año que el Gobierno argentino nos boludea con el tema del virus: primero que no llegaba, después que era una gripecita, después todos guardados, después los rusos nos dan la vacuna, después los rusos no nos dan la vacuna, después nos dan la china, o la india, o una que hace un curandero de África hirviendo los pelos del culo de un chimpancé y nosotros los boludos seguimos esperando arremangados el pinchazo salvador...

Lo que sucedió ayer es una cama política, a mi entender, que salió del Instituto Patria armado por Navarrete y el Perro, siempre fiel al patrón que le tire un hueso, y más allá que el conventillo interno que se está armando es porque el kishnerato se dio cuenta de que la gente no come vidrio y los números no les dan.

Esto es otro acto de corrupción entre corruptos que están cebados de tomar al pueblo por idiotas y pensar que todo lo que han hecho no tiene costo. Ni el 20% que nunca le dieron a los jubilados, ni las clases, ni los versos del tío nada es suficiente para levantar la indignidad a la que nos han sometido.

A la reina se le acaban los tiempos jurídicos y solo le quedan tratar de echar al trapito de Tribunales para lograr zafar de sus delitos, pero ya ven, Al Capone, cayó por los impuestos, a la corta o a la larga acá se hacen y acá se pagan.

La vacuna contra el corona aún no llegó, pero creo que hoy la Argentina empezó a vacunarse contra los inmorales, ladrones, corruptos y saqueadores del Estado.

Arremánguese, arremánguese que quizás salimos.

Baby Etchecopar, es periodista y conductor de "Baby en el medio" en Radio Rivadavia