17-A: Yasky dijo que “no es una marcha contra el Gobierno" pero le exigió una agenda social a Massa
El líder de la CTA y diputado nacional pidió reclamar mejoras pero bancar al Frente de Todos ya que "hay una embestida para arrastrarlo a una devaluación o terminar su mandato antes de tiempo”.
Anunciada con más de un mes de anticipo, la movilización sindical de este 17 de agosto que encabezará la Confederación General del Trabajo (CGT) tuvo diversos idas y vueltas en el medio. Al respecto, se pronunció Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y diputado nacional del oficialismo, quien ratificó que “no es una marcha contra el Gobierno" porque "eso sería sumarse a quienes tratan de desestabilizar”.
“Sumarle a eso una movilización popular contra el Gobierno sería como escupir contra el viento y ser útil a estos sectores del poder fáctico que quieren imponer sus reglas de juegos y un final abrupto del Frente de Todos. En ese sentido, denunciamos a estos sectores y exigimos al gobierno que empiece a mostrar cuál es la parte de la agenda social de [Sergio] Massa”, añadió en diálogo con Rolando Graña para el programa RPM por la AM 990.
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El dirigente gremial, en ese sentido, explicó que mañana reclamarán frente a la plaza de los Dos Congresos mejoras laborales y sociales como aliados del Gobierno ya que “la remarcación de precio que índice en el índice de la inflación, la maniobra especulativa con la sobrefacturación, las corridas cambiaras que se alientan en las cuevas financieras de este país conformar una embestida para lograr que el Gobierno sea arrastrado a una devaluación o termine su mandato antes de tiempo”.
Consultado por el perfil ortodoxo del nuevo titular del Ministerio de Economía, Yasky dijo no sentirse preocupado ya que “asume adentro de un quirófano”. “Si hubiese empezado el gobierno del Frente de Todos con estas medidas de Massa, seguramente estaríamos en la vereda de enfrente”, dijo y recordó: “Venimos de un ministro como Guzmán, que creía que todo se solucionaba con el acuerdo con el FMI”.
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En medio de índices alarmantes por el nivel de trabajo precario y sueldos que no llegan a fin de mes, la Argentina tuvo un aumento del 7,4% de la inflación en junio pasado y se espera que los alimentos durante los primeros 15 días de agosto suban alrededor del 3%. “Hay un descontento que se expresó en las [pasadas] elecciones. Nosotros fuimos de los que entendieron que eso iba a pasar, mientras que el Gobierno confió en que le iba a alcanzar con destacar su política contra el COVID”, remarcó.
El secretario general de la CTA, hombre cercano de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pidió “asociar el crecimiento de la economía y el modelo productivo con la mejora de la calidad de vida”, algo que en este tiempo “no pasó: creció la economía, bajó el desempleo pero seguimos teniendo asalariados en gran cantidad por debajo de la línea de la pobreza” y “la gente lo factura”.
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Por último, apuntó que “Guzmán, que se fue mal del Gobierno, también dejó cuentas que evidentemente no eran las reales”, dijo que el Frente de Todos “tuvo ineptitud con ser complacientes con las demandas de los grupos empresarios” y sostuvo que una de las mayores tareas de Massa, “como copiloto de esta tormenta, es resolver el tema de las reservas del Estado”.
“Ahora tenemos una situación en la que hay que estabilizar tratando de que los platos rotos no los vuelvan a pagar los que ya están muy mal, que es la gente común, el que tiene un trabajo o un plan social. Hay que evitar la devaluación, el ajuste y que se profundice la recesión”, concluyó.