Máximo Thomsen fue reconocido por seis de los testigos como el principal atacante de Fernando Báez Sosa, de 18 años, que derivó en su asesinato el pasado 18 de enero en Villa Gesell, y en la descripción señalaron que fue el autor de varias patadas en la cara mientras la víctima se intentaba defender "poniendo los brazos".

De los 10 rugbiers, quienes fueron trasladados esta mañana al penal de Dolores, solo Alejo Milanesi, de 20 años, no fue reconocido durante las cuatro rondas de testigos ni en las declaraciones testimoniales.

De todas maneras, aún falta el análisis de otras pruebas, como la scopométrica (analizar la marca de la zapatilla en las cara de Fernando), el peritaje de los teléfonos celulares y el reconocimiento facial.

Thomsen, de 20 años y sindicado por la fiscal Verónica Zamboni como uno de los dos coautores del crimen, fue reconocido por seis de los testigos, uno de los cuales identificó a siete de los diez rugbiers en el ataque a Fernando.

"Al que más vi golpear era de contextura grande, de gimnasio, pelito rapado a los costados y lacio arriba, de piel blanca, no recuerdo si tenía tatuajes o aros. Tenía de ropa una camisa abotonada oscura, bermudas", sostuvo el testigo en la declaración judicial a la que tuvo acceso NA.

En ese sentido, agregó: "Lo vi pegando piñas y patadas solo a Fernando, creo con la pierna derecha y le pegaba en la cabeza del lado izquierdo cuando Fernando estaba en el piso acostado boca arriba".