La Selección argentina masculina de beach volley regresó del Sudamericano de Lima, en Perú, y los jugadores decidieron recluirse juntos en una quinta de la ciudad santafesina de Funes para continuar con la preparación física y a la vez llevar adelante el cumplimiento de la cuarentena a raíz pandemia del coronavirus.

"La cuarentena no es agradable para nadie pero la venimos llevando de la mejor manera posible. Estamos los cuatro entrenando, distrayendo la cabeza y conviviendo en una casa, por lo que es bastante llevadera", señaló Julián Azaad, ganador de la medalla de plata en Lima junto a Nicolás Capogrosso, en diálogo con NA.

El cuarteto que se mantiene aislado lo completa la otra dupla argentina que participó del certamen, Leandro Aveiro y Bautista Amieva.

La idea de acondicionar el predio para no perder días de entrenamiento surgió "como un chiste", contó el entrerriano Azaad: "Nos reímos todos pero con el correr de los días fue tomando forma porque era definitivo que teníamos que estar en cuarentena, era nuestra responsabilidad social.