Corinna Larsen, la ex amante del rey emérito de España Juan Carlos I, concedió una extensa entrevista a la BBC para contar detalles de cómo fue su relación con él. Aseguró que el monarca debe tener “cientos de cuentas en otras jurisdicciones” y que en una ocasión llegó a decirle a su padre que estaba tan enamorado de ella que quería pedirle matrimonio.

Entre los temas tratados en la entrevista está el famoso regalo que Juan Carlos I le hizo a Corinna de un ingreso de 65 millones de euros. Ella asegura que fue un presente “en reconocimiento por cuánto signifiqué para él”. Dijo también que mantuvieron una relación romántica entre 2004 y 2009 y luego siguieron siendo amigos porque el monarca se había encariñado mucho con sus hijos . Precisamente el viaje al safari de Botsuana en 2012, dónde el emérito sufrió un accidente cazando un elefante, fue un regalo a un hijo de Corinna por su décimo cumpleaños.

“Yo no tenía ganas de ir a ese viaje -afirmó en la entrevista- sentía que el rey Juan Carlos I intentaba que volviera con él y yo no quería dar una impresión errónea. Casi tuve premoniciones sobre aquel viaje”. Insinuó que sentía que algo malo iba a ocurrir en Botsuana y lo que acabó pasando fue que el monarca se rompió la cadera y tuvo que pedir disculpas públicamente al ser operado. Además, enmarcó la filtración a la prensa de aquella escapada fatídica con pugnas internas de la Casa Real que buscaban una abdicación.

La consultora germano-danesa reveló que conoció a Juan Carlos I en una fiesta de tiro en febrero de 2004. Él tenía problemas con su arma y ella le sorprendió con sus conocimientos al ayudarle. A partir de ahí la relación avanzó lentamente. “Estuvimos hablando por teléfono durante meses”.

La primera cita llegó a principios de verano. “Conectamos de inmediato en muchas cosas y teníamos muchos intereses en común: la política, la historia, la buena comida, los vinos… Yo vivía entonces en Londres, acababa de emprender mi propio negocio de consultoría. Y era madre soltera de dos niños. Así que nos encontrábamos en Madrid en una casita de campo dentro de la finca y viajábamos juntos”.

Sobre los inicios de la relación, Corinna Larsen explicó que Juan Carlos I llegaba a llamarla hasta diez veces al día. “Fue algo muy fuerte, profundo y significativo”. Fue al comienzo cuando ella le preguntó al emérito sobre la reina Sofía. “Me comentó que tenían un acuerdo para representar a la Corona, pero que tenían vidas totalmente diferentes e independientes. Y el rey acababa de salir de una relación de casi 20 años con otra mujer que también ocupó un lugar muy importante en su corazón”.

En 2009 fue cuando llegó la supuesta petición de matrimonio. Según el relato de Corinna, el monarca fue a visitar a su padre. Luego éste llamó a su hija para decirle que Juan Carlos I le había comentado lo enamorado que estaba de ella y que pretendía pedirle matrimonio. “También le dijo a mi padre que no podía hacerlo enseguida, que llevaría un tiempo. Quería que mi padre supiera que iba en serio conmigo”. Describe aquella situación como algo “muy emotivo” porque ella estaba “muy enamorada”, pero sabía que sería muy difícil: “Pensé que podría desestabilizar la monarquía y por eso nunca llegué a perseguir la idea de la boda. Solo lo tomé como una prueba de la seriedad de la relación”. Aunque según el relato de la entrevistada, el noviazgo finalizó ese mismo año.

El 10 de agosto de 2009 murió por un cáncer de páncreas el padre de Corinna Larsen y contó que el monarca acudió al funeral para darle otra mala noticia: “Me dijo que mantenía una relación con otra mujer desde hacía tres años. Literalmente me quedé devastada. Era lo último que esperaba. Necesitaba apoyo emocional tras la muerte de mi padre y la noticia supuso un choque monumental para mí”. Aquello hizo que ella estuviera mal “unos meses” porque creyó que era la única amante del monarca.

Sin embargo, la amistad continuó por el vínculo de los hijos de la consultora con el padre de Felipe VI.

Sobre la transferencia de los 65 millones de euros que Juan Carlos I le habría hecho con lo que le quedaba de los cien millones del rey Abdulá de Arabia Saudita, Corinna Larsen se sorprendió mucho porque lo consideraba “un regalo enormemente generoso”.

La transferencia se realizó después de que el director del CNI la visitara y que su apartamento en Mónaco fuera registrado. Después voló a Madrid para agradecerle personalmente el regalo al monarca. “Era gratitud por haberle cuidado durante sus peores momentos (...) Creo que se quedó muy sorprendido al comprender el alcance de la presión a la que me habían sometido y el efecto destructivo sobre mi reputación”.

En 2014, siempre según el relato de Corinna Larsen a la BBC, “hizo intentos desesperados para que volviera con él. En cierto momento se dio cuenta de que no iba a volver y se puso completamente furioso. Pidió que lo devolviera todo. Creo que fue solamente un berrinche”.

“Él ha confirmado en la investigación suiza que en realidad nunca pidió que se le devolviera el dinero y que yo nunca tuve el dinero en su nombre”, añadió.

Sobre si tendría que devolver el dinero por su origen dudoso, Larsen dijo que prefiere dejar ese tema en manos del fiscal suizo. “En ese caso todos tienen que devolverlo todo. Me parece extraordinario que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. Y esa persona soy yo. Porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones”.