Rodolfo Canicoba Corral se va de la Justicia sin lograr la autopromesa impuesta: torcer la mano del diario La Nación que desde hace años lo viene investigando. Un magistrado, acostumbrado a acomodarse a todos los gobiernos, pensó que con la llegada del peronismo, con el que sentía más cómodo, todos sus problemas terminarían. No fue así, y optó por pedir su jubilación y retiro cuando el 29 de julio cumpla los 75 años.

"No se que va a pasar, Rodi (como se lo conoce en Py) venía esperando que sus problemas en el Consejo de la Magistratura se resuelvan, pero Wado (por el ministro del Interior Wado de Pedro) no pudo cerrar las causas", señalaron varios jueces que se enteraron por los medios de la decisión de Canicoba Corral. Los diálogos en los Tribunales Federales se dan por teléfonos y son cautos en épocas de la pandemia. La costumbre por deambular por los despachos debió ser suspendida y los teléfonos, como sabemos, no son aptos para secretos en la Justicia.

Canicoba es un juez de la "vieja camada" y se vanagloriaba en cada charla privada de su odio al Diario La Nación, en especial luego que el matutino publicara las mansiones a nombre de mujer. En el medio deja causas sensibles: la principal, el atentado a la AMIA. A días de conmemorarse un nuevo aniversario, la causa quedaría aún más paralizada de lo que estaba con la salida de su juez natural. En Comodoro Py nadie moverá un dedo en un expediente de por si caliente.

Otras de las causas sensibles que dejará en unas semanas es la banda de exempleados de la AFIP y con empresas de riesgo crediticios que vendían información sensible. Sería algo parecido a los chicos de Marcelo D'Alessio o la del grupo "Super Mario Bros", pero en el ámbito del organismo recaudador.

Entre los "espiados", la hoy interventora del Servicio Penitenciario y excamarista de Casación, Ana María Figueroa, al presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, al camarista federal Mariano Llorens y la jueza federal María Eugenia Capuchetti y jueces a los que en algún momento apuntaron dirigentes de Cambiemos, como Sebastián Casanello, Daniel Rafecas y Luis Rodríguez. En la lista también están María Servini, los jueces del fuero penal económico Marcelo Aguinsky, Javier López Biscayart y Pablo Yadarola. Y de tribunales orales como Claudio Gutiérrez de la Cárcova, María Gabriela López Iñíguez, Sabrina Namer, Ángel Gabriel Nardiello, Sergio Paduczak, Javier Ríos, José Martínez Sobrino y Nicolás Toselli.

Canicoba ante sus íntimos señalaba y acusaba al matutino de hacer uso de esos informes comerciales que tenían información secreta y calificada de cada una de las personas nombradas, además de sus movimientos migratorios.

La jubilación de Canicoba Corral deja una nueva vacante en los tribunales federales, los que suman tres y un posible cuarto. El fallecimiento de Claudio Bonadío; la salida de Sergio Torres al Tribunal Superior de Justicia Bonaerense, ahora el juzgado de Canicoba y la posible salida de Daniel Rafecas, propuesto por el Gobierno como Procurador General de la Nación.

En la Justicia, por la pandemia y la desconfianza los nombramientos de jueces, están casi paralizados a pesar que muchos ya están concursados. Habrá que ver a quién le toca el histórico despacho del tercer piso de Comodoro Py.