Por Sebastián Hadida

A comienzos de la semana que viene el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, definirá los giros de comisión que tendrá el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, y todo apunta a que se repetirán las mismas cuatro comisiones que en 2018 animaron un debate histórico, con la particularidad de que este año los cuatro cuerpos están presididos por diputados oficialistas y "verdes".

El martes pasado, en declaraciones a la prensa acreditada en Diputados, Massa reveló que definirá los giros junto a las diputadas Cecilia Moreau, Mónica Macha, Silvia Lospennato y Carmen Polledo. De no haber sorpresas, las comisiones serán nuevamente Legislación General, Salud, Mujeres y Diversidad, y Legislación Penal.

"Es un tema en que hay muchas mujeres que, más allá de que tengan distinta posición, están comprometidas con este tema. Es muy importante que organicemos el debate sobre la base de reglas claras, respeto y sobre todas las cosas, un debate franco", agregó el tigrense ese día, en medio de la sesión por el impuesto a las riquezas.

La segunda incógnita a develar, más allá de los giros, es qué comisión será cabecera del debate: el antecedente más inmediato refiere al proceso de debate de dos años atrás, cuando la responsabilidad la tomó Legislación General, en aquel momento presidida por el diputado del PRO Daniel Lipovetzky, quien apostó fuerte a favor de la "causa verde" y tuvo su merecido con la media sanción.

Según señaló a NA un influyente diputado nacional del Frente de Todos, que tendrá un rol clave en el debate legislativo, hay un interés marcado en el bloque para que esta vez sea una mujer la que encabece el debate, si bien no se descarta al presidente de la comisión de Salud, Pablo Yedlin. El tucumano, médico sanitarista, tiene pergaminos suficientes y está comprometido con lo que considera una "ampliación de derechos" para las mujeres.

Pero sin dudas todas las fichas están puestas en Cecilia Moreau, presidenta de Legislación General, y en Mónica Macha, de Mujeres y Diversidad. Ambas formaron parte del grupo de "Las Sororas", que nació como un grupo de whatsapp de mujeres diputadas para coordinar la militancia de los votos verdes dentro del Parlamento.

La entrerriana oficialista Carolina Gaillard, titular de Legislación Penal, aparece más rezagada en la carrera por ser la principal cara visible del debate.

El detalle, que no escapa a nadie, es que a diferencia del 2018, cuando el control de las presidencias de las comisiones estaba repartido en partes iguales con dos verdes y dos celestes, es que esta vez la hegemonía será totalmente verde.

En diálogo con NA, la vicepresidenta de la comisión de Salud, Carmen Polledo, reconoció que este desbalance es inevitable por el cambio en la composición de las comisiones tras la renovación parlamentaria de fines de 2019, pero reclamó una "mesa ampliada" con la participación de diputados celestes referentes del sector celeste para darle contrapeso al debate y evitar un sesgo tendencioso a favor de los partidarios de la ley.

De confirmarse los giros, la diputada del PRO junto a la "lilita" Marcela Campagnoli (Coalición Cívica) tendrán el desafío de equilibrar la balanza. No la tendrán fácil, ya que las vicepresidentas de las otras dos comisiones son enérgicas partidarias del aborto legal: Silvia Lospennato (vice de Mujeres y Diversidad) y Carla Carrizo (vice de Legislación General). Ambas fueron parte del "task force" de "Las Sororas", el grupo de whatsapp militante que compartieron diputadas de todo el arco político.

"Lo que más me aflige en este momento es saber qué está pensando el oficialismo respecto de los tiempos, porque ya estamos a fin de año y esto no se puede tratar sin el debate suficiente. Me preocupa que no haya posibilidad de escuchar a especialistas", dijo Polledo a NA.

Y agregó: "El año pasado se renovó el 50% de la cámara. Yo soy una de las pocas que estuvo en el debate del 2018. Los nuevos que entraron tienen derecho a informarse. Hay muchos colegas que todavía no sentaron posición".

La vicepresidenta de Salud aseguró que le preocupa la "inoportunidad" en que el Gobierno instala el debate por el aborto "en medio de muchísima incertidumbre por la pandemia". "Estamos todos en ascuas por la cuarentena. Introducir este tema, que es uno de los más complejos de la historia del Parlamento y de altísima sensibilidad en este momento me llama mucho la atención y es innecesario. En este momento necesitamos unión, armonía y paz", subrayó.

En este sentido, señaló: "Minimizar el tema y creer que esto es un trámite exprés es un error. Confío en la responsabilidad de quienes tienen la conducción de proponer una agenda que tenga visos de seriedad".

En un "poroteo" provisorio de los votos, la opción a favor del aborto legal lleva la delantera al superar los 110 votos afirmativos, mientras que en contra se contabilizan, de momento poco más de 100, en tanto que faltaría que se define el bloque de cerca de 40 indecisos.

El escenario más previsible es que la media sanción sea una realidad en Diputados y pase al Senado, donde el panorama es más complejo porque el Frente de Todos no tiene los votos para sacar la ley. Para lograrlo, el oficialismo deberá quemar las naves y apelar a toda su batería de recursos de persuasión y "apriete" para convertir votos en contra en abstenciones, o bien lograr que diputados celestes falten a la sesión, o que "aduzcan problemas" para registrar el voto en contra.