Por Bruno Costanzo

En el 75° aniversario del Día de la Lealtad, el ensayista, doctor en ciencias sociales Alejandro Horowicz consideró hoy que el feminismo es el movimiento en el que puede respaldarse el gobierno de Alberto Fernández, al que consideró "asediado" por una oposición conformada por grupos políticos y económicos del país.

En una entrevista con NA, el autor del libro "Los cuatro peronismos" expresó que así como "la historia del peronismo muestra la irrupción de lo inesperado", el feminismo es hoy el movimiento que tiene las características de lo "inaudito" y "recorre transversalmente a la sociedad y a la política".

"Alrededor del dólar se disputa quién manda en la sociedad argentina. Lo que le quieren hacer saber al Gobierno es que no le van a permitir mandar. Un gobierno como el de Fernández, que se reclama con alguna sensibilidad democrática no puede plantear semejante cosa. Mucho menos en estas condiciones donde la distribución del ingreso es la peor desde el 2004", subrayó.

- ¿Cuál es rasgo del 17 de octubre de 1945 que podría servir para alumbrar el presente?

- La historia del peronismo muestra la irrupción de lo inesperado. El 8 de octubre de 1945, Perón deja los tres cargos que tenía cuando Campo de Mayo deja de respaldarlo porque el general Eduardo Ávalos entiende que es un competidor político y le cierra el camino. Ese día hace su discurso de despedida creyendo realmente que su carrera política está terminada. A ese discurso responde un movimiento obrero que en su nombre defiende una política que siente como propia. El 17 de octubre marca esa irrupción de lo inesperado, de una fuerza que se manifestó de abajo hacia arriba y que nadie, solo esas bases, pudieron prever. Hoy, existe un movimiento que no es propio del peronismo, sino que es dinámico, y es el movimiento de las mujeres, el feminismo, que empezó con Ni Una Menos y que ahora se transforma en la bandera del aborto seguro, público y gratuito. Si el peronismo y el Gobierno reimpulsan este movimiento, llevando adelante sus reivindicaciones, se va a transformar en un elemento favorable.

- El movimiento obrero tenía el liderazgo de Perón en el que representarse. Hoy no queda claro dónde está el liderazgo ni cuál es el rumbo.

- Hasta el 17 de octubre, Perón no se hacía cargo de ese movimiento ni pensaba que ese movimiento existía. Mucho menos que era capaz de desbalancear la interna militar. En el caso de Cristina Kirchner, ella tomó el matrimonio igualitario, una iniciativa que no era propia, y se puso al frente de ella para transformarla en una victoria política. Alberto Fernández, con un gobierno que está asediado por la oposición y se comporta de un modo muy timorato, para decirlo con amabilidad, tiene la posibilidad de tomar las banderas del feminismo y respaldarse en un movimiento que no es propio.

- ¿Cómo ve al Gobierno?

- Ya resolvieron el problema económico principal, que era el problema de la deuda con los bonistas. El resto es un debate muy pequeño sobre la paridad cambiaria. Los exportadores quieren 137 pesos por dólar y no van a parar hasta que logren un número cercano a ese. Al mismo tiempo, se termina la cosecha gruesa y empieza la cosecha fina. Entre octubre y noviembre ocurre el final del período en el que pueden hacer la retención de ventas que hacen. Después, van a tener que liquidar. Como el Gobierno no tiene vencimientos importantes a la vista, va a estar en condiciones nuevamente de regular la paridad cambiaria. En base al dólar gira el nivel de todos los ingresos. Por eso, alrededor del dólar se disputa quién manda en la sociedad argentina. Lo que le quieren hacer saber al Gobierno es que no le van a permitir mandar.

- Es decir, si el Gobierno no devalúa es porque manda y si devalúa es porque obedece.

- Sin ninguna duda. Ningún gobierno anticipa que va a devaluar salvo el de Macri, que lo hizo para garantizar un corrimiento de precios y una reducción en términos reales de los salarios. Un gobierno como el de Fernández, que se reclama con alguna sensibilidad democrática no puede plantear semejante cosa. Mucho menos en estas condiciones donde la distribución del ingreso es la peor desde el 2004.

- ¿Qué lectura hace de las marchas contra el Gobierno?

- Expresan un proceso de descomposición política. No son una corriente que va hacia ningún lugar propositivo. Son las esquirlas de lo que queda cuando la política no ofrece respuestas. Son la apuesta al partido del descontento. El macrismo es la fuerza política que ha quedado catastróficamente golpeada. Según las encuestas, en la provincia de Buenos Aires el PRO tiene una intención de voto de menos del 25%. Es verdad que el Presidente perdió caudal en los últimos meses, pero sigue siendo el dirigente político con mayor nivel de aceptación.

- ¿Cuál es el desafío que tiene cualquier gobierno peronista que Néstor y Cristina Kirchner no pudieron superar?

- Ellos no pudieron construir un programa alternativo para la sociedad argentina. Simplemente emparcharon el programa en crisis. Hay un ciclo que sigue esta dinámica: saqueo, recomposición, saqueo. Cada vez que hay un saqueo, viene el que tiene que recomponerlo. Hay un momento en el que los que recomponen alcanzan el techo de la recomposición, que es cuando se absorbe la capacidad ociosa instalada y es necesario una nueva escala de inversiones que jamás sucede.