El Gobierno nacional no descarta "el componente local" en el ataque cibernético a la Dirección Nacional de Migraciones que se produjo el pasado 27 de agosto, que obligó a cerrar pasos fronterizos, y advirtió que "no se va a pagar" el rescate de cuatro millones de dólares que piden por la información robada en el hackeo.

Así lo indicaron a NA fuentes oficiales, que precisaron que "no se va a pagar nada" porque "no hay nada que rescatar".

"La base de datos, que es el corazón del sistema de información de Migraciones no fue encriptada. Sí fueron encriptadas algunas terminales que lograron infectar con el virus y una parte del server de las computadoras de las oficinas", detallaron las mismas fuentes.

Según supo Noticias Argentinas, el Gobierno "no" descarta "el componente local en el ataque a Migraciones", debido a una serie de modificaciones que se llevaron adelante en la nueva administración de la Dirección Nacional.

En ese marco, describieron que al asumir, el gobierno de Alberto Fernández hizo una auditoria que detectó "graves falencias de seguridad" en el sistema, y descubrieron claves de personas que no trabajaban en la Dirección que estaban activas.

La auditoría determinó que, por ejemplo, la Policía Metropolitana tenía "19 mil contraseñas de acceso, que se redujeron a 100", con el propósito de "transparentar el sistema".

"Hubo una tensión muy fuerte con estos grupos de interés y por eso no se descarta en las investigaciones la hipótesis del componente local. Se tocaron muchos intereses en este ordenamiento", resaltaron a NA.

Por último, detallaron que tras el hackeo "se limitaron y se revalidaron las claves de acceso a la información de las bases de datos de migraciones".