La ayuda del Estado a través de los subsidios a diferentes servicios públicos mantiene los precios anclados y viene generando una importante brecha entre el valor real y el actual, que en medio de la contienda electoral produce miradas contrapuestas sobre qué política económica adoptar en la materia.

Las tarifas de luz, gas, agua, el precio de los combustibles, el valor de los pasajes en el transporte público y el costo de la educación universitaria se ponen en tensión mientras la inflación no cede y ensancha la disparidad de precios entre el valor subsidiado y el libre.

Un hogar del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) perteneciente al Nivel 1 -N1 de la segmentación tarifaria, es decir de sectores de ingresos altos que ya no tienen subsidio, pagó en octubre $11.533 en promedio por una factura de 300 kilovatios-hora (kWh) al mes, mientras que los hogares N3 (ingresos medios) abonaron $3388 y los N2 (ingresos bajos) $ 3051, de acuerdo a un relevamiento del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Los subsidios sobre el costo mayorista de la energía son de 82% y 85% a nivel nacional a partir de noviembre, para sectores medios y bajos respectivamente, de acuerdo a lo que informaron dos resoluciones del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). En base a la Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) estimada para octubre, los servicios energéticos pesan entre 1,4% y 4,2% sobre el salario.

En base a datos aportados por la Secretaría de Energía a Noticias Argentinas, teniendo en cuenta el valor actual del dólar, queda a la vista la disparidad entre los tarifas eléctricas con subsidio y el precio que alcanzaría sin el aporte estatal. Tomando como referencia los hogares de sectores bajos, actualmente los usuarios de Edenor abonan $3.161 y los de Edesur $3.070, que pasarían a pagar sin subsidio $11.604 y $10.908, respectivamente. En provincia de Buenos Aires los valores escalarían de los actuales $4.690 a $8.390.

En las provincias la situación se repite, con algunos territorios que serían más afectados que otros. En Córdoba, el valor actual para un usuario residencial Nivel 2 es de $7.937 mientras que sin subsidio treparía a $17.307. En Santa Fe, las tarifas pasarían de $7.754 a $16.783. En Santiago del Estero actualmente los usuarios de sectores bajos pagan $1.561 y sin subsidio la tarifa se elevaría a $7.341. En Neuquén pegaría un fuerte salto y subiría de $10.597 a $24.091.

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La tarifa de Agua y Saneamientos Argentina (AySA) para los hogares sin subsidios trepa hasta los $7628 en promedio, mientras que en los domicilios categorizados de ingresos bajos se paga $3539. En tanto, una boleta de gas sin asistencia estatal actualmente alcanza los $5.100.

En caso de consumarse una eliminación de los subsidios en el gas, de acuerdo a los datos que brindó Energía a NA, los usuarios de hogares residenciales Nivel 2 del AMBA que tiene MetroGas como distribuidora pasarían de pagar $2.424 a $4.798. Aquellos que residen en la provincia de Buenos Aires y La Pampa que tiene como proveedora a Camuzzi Gas Pampeana verían un encarecimiento del servicio de $2.187 a $7.605. La misma firma para las provincias del sur tendría un importante incremento desde los $2.562 actuales hasta los $12.086.

Los usuarios de sectores bajos que reciben el servicio a través de Distribuidora del Gas del Centro pasarían de pagar $1.748 a $4.864, mientras que los de Distribuidora del Gas Cuyana pasarían de abonar $1.748 a $6.221. En el norte del país, los usuarios de Nivel 2 que tienen Gasnor pagarían sin subsidios $3.257 en lugar de los actuales $1.390, mientras que los que tienen Gasnea abonarían $5.219 en cambio de los $2.590 que pagan actualmente. En tanto, las distribuidoras Litoral Gas y Natugary pasarían de cobrar $1.543 a $4.856 y de $2.506 a $5.343, respectivamente.

En cuanto al transporte público, el Gobierno comunicó que los pasajes de micro y tren sin subsidios escalan a $700 y $1.100, respectivamente. Mientras que para los empresarios de los colectivos, en el AMBA el costo real del boleto ronda los $446, casi 12 veces más que los $38 en promedio que pagan los pasajeros.

Por el lado de los combustibles, desde las petroleras señalaban que el atraso se ubicaba en 40% antes de los últimos aumentos que sumaron 13% tras las elecciones generales. En base a ese dato, sin tener en cuenta la suba de impuestos y al tipo de cambio oficial, la nafta súper en la Ciudad pasaría de los $272 actuales a $350.

La consultora Economía y Energía elaboró un informe actualizando el valor del petróleo crudo a nivel interno y el tipo de cambio oficial, en el que estimó que el valor del litro de nafta podría subir a entre $523 y $1232, según el nivel de devaluación, lo que implicaría un incremento de entre 57% y 269% respecto a los precios de septiembre.