Películas, series, programas de televisión. La Argentina produce ficción, gana premios internacionales, nuestros artistas son contratados en distintos países de todo el mundo y hasta convocan a nuestros directores para trabajar en Hollywood. Tenemos locaciones naturales de todo tipo a lo largo de nuestro territorio. Las productoras están equipadas con buena tecnología y tenemos técnicos preparados para las más altas exigencias. ¿Qué nos falta a nivel industria? Certidumbre, como en todas las otras actividades comerciales.

Piénselo un poco, con los sueldos bajísimos a nivel dólar, las producciones de todo el mundo deberían hacer fila para grabar en nuestro país. Lo que en sus lugares costaría millones de dólares, quizás aquí costaría muchísimo menos. Pero, ¿cómo calculan los costos? ¿Cómo trabajan con horarios establecidos si después se encuentran con marchas y piquetes? ¿Quién les asegura después que podrán hacer movimientos bancarios en dólares sin tener problemas?.

La industria del espectáculo podría dar mucho trabajo, locaciones, técnicos, artistas, catering, autos para traslados, seguros, comunicaciones. Cuando se realiza una ficción, por ejemplo, se construyen decorados, ambientaciones. La lista es infinita. Es un gran mercado para conquistar.

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Pero el problema económico no sólo perjudica en la realización de ficción. Mire este ejemplo: Nico Vazquez trajo al país una obra teatral que es un éxito en los Estados Unidos, “Tootsie”. Para poder realizarla debieron pagar mucho dinero, en dólares, en concepto de derechos de autor. A eso súmele toda la producción, los distintos decorados que tienen un costo muy alto. A cambio él necesita, para poder sostenerlo y ganar algo de dinero, llevar gente al teatro. Y usted sabe lo difícil que es cuando el dinero no alcanza para comer o pagar el alquiler. Y más allá de que el espectáculo es un verdadero éxito porque se lo merece, cada día le cuesta más recuperar la inversión en dólares. Al costo del blue necesita llenar más funciones para llegar al valor calculado cuando compró la obra.

Lo mismo sucede cuando se compra un formato televisivo del exterior. Es lindo crear y exportar producto nacional, pero uno también quiere ver que se hagan en la Argentina los grandes éxitos del exterior. Con un dólar tan cambiante es imposible hacer un cálculo razonable.

Pues bien, estamos ante un momento clave para la industria del espectáculo. Las grandes empresas de streaming, cómo Netflix, Prime o Star+, entre tantos otros, necesitan material permanentemente. Podemos ser proveedores, el país solo debe dar certidumbre, como le sucede también a usted y a todos los que leen esta nota.