Un nuevo sismo sacudió este lunes la región fronteriza entre Turquía y Siria, y como saldo se registraron al menos tres fallecidos y casi 700 heridos, apenas dos semanas después de que la zona fuera devastada por uno de mayor magnitud que causó la muerte de más de 46 mil personas y dañó o destruyó cientos de miles de viviendas.

El sismo del lunes, esta vez de magnitud 6,3, tuvo su epicentro cerca de la ciudad de Antioquía, en el sur de Turquía, y se sintió en Siria, Egipto y Líbano.
Según el Centro Sismológico Europeo del Mediterráneo (EMSC), el temblor tuvo una profundidad de dos kilómetros, lo que probablemente magnificó sus efectos en la superficie.

En total, hasta el momento, se reportaron tres muertos y más de 680 personas heridas en Turquía y Siria.

La agencia de desastres y emergencias de Turquía, Afad, indicó que el temblor ocurrió a las 20.04 hora local, seguido de docenas de réplicas.

Los fallecidos por el temblor fueron encontrados en Antakya, Defne y Samandagi, precisó el ministro del Interior, Süleyman Soylu, e instó a las personas a no ingresar a edificios potencialmente peligrosos. Asimismo, detalló que 213 de esas personas heridas se registraron en Turquía.

En tanto, testigos dijeron a la agencia de noticias Reuters que hubo más daños en edificios en Antakya, mientras que el alcalde de Hatay, en el sur de Turquía, dijo que había personas atrapadas bajo los escombros.

"Pensé que la tierra se iba a abrir bajo mis pies", dijo a Reuters Muna al-Omar, una residente local, llorando mientras sostenía a su hijo de siete años. Estaba en una tienda de campaña en un parque en el centro de Antakya cuando ocurrió el último terremoto, dijo.

Las autoridades turcas han registrado más de 6.000 réplicas desde el terremoto del 6 de febrero, pero el equipo de la BBC en la región dijo que el último temblor se sintió mucho más fuerte que los anteriores.

El alcalde de Hatay, Lutfu Savas, dijo a la emisora HaberTurk que había recibido informes sobre algunas personas atrapadas bajo los escombros tras el último sismo.

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Muna Al Omar, una residente, dijo que estaba en una tienda de campaña en un parque del centro de Antioquía cuando se produjo el terremoto.

"Pensé que la tierra se iba a abrir bajo mis pies", dijo llorando mientras abrazaba a su hijo de siete años. "¿Habrá otra réplica?", preguntó.

Los fuertes terremotos de febrero, que también sacudieron la vecina Siria, dejaron a más de un millón de personas sin hogar y mataron más de las reportadas en el más reciente recuento oficial con 46 mil fallecidos en ambos países.

Con información de Reuters.